En vísperas del aniversario 462 de Barquisimeto, los habitantes ofrecen su visión de lo que hace falta para que las autoridades locales le hagan frente a algunos problemas, como es el caso de la identificación urbana, porque a propios y visitantes les cuesta ubicar las calles, carreras, avenidas, parques, áreas de esparcimiento, así como también lugares que forman parte la cultura de la ciudad crepuscular.
José Ángulo, considera que la alcaldía de Iribarren debe instalar señalizaciones en la zona del centro, el norte, y el oeste. Quienes frecuentan dichos sectores conocen con exactitud cada esquina e intersección, en cambio los turistas se desesperan al no visualizar la información detallada de los sitios por los cuales se movilizan a pie o vehículos particulares.
Dice que la situación es similar en las barriadas, las unidades de transporte público conocen con exactitud el camino, por eso no sufren tantas penurias, sin embargo, los choferes de los libres cuando ingresan a las comunidades andan desorientados, algunas veces se niegan a cumplir con el servicio por las mismas razones, pues les cuesta salir. «En Cerritos Blancos ni siquiera sabemos qué es una señalización, nunca han colocado una, pero hacen falta. Queremos que pongan orden, que le asignen los nombres a las vías» indicó el entrevistado.
Por su parte, Yelitza Alejo, quien reside en el oeste, señala que las nomenclaturas existen, pero prácticamente son invisibles, quedan ocultas entre las ramas de los árboles o vallas publicitarias.
Las personas que se movilizan por la parroquia Juan de Villegas, desconocen desde dónde comienza, pese a que las indicaciones están ausentes.
Son contadas las urbanizaciones que tienen sus nombres, lo mismo ocurre con las plazas distribuidas en este perímetro, pocos las distinguen.
Abandono total
El estado en el que se encuentran las señalizaciones son pésimas, las estructuras metálicas están dobladas y oxidadas, algunas funcionan hasta como vertederos de basura.
Del mismo modo los avisos superiores han sido destruidos por los grafiteros, el mejor ejemplo está en la carrera 16 con calles 28 y 29 en la Plaza Whonsiedler, donde taparon gran parte de las letras, otros fueron cubiertos con pintura negra e incluso arrancaron el papel.
La colectividad solicitó a la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (Amtt), buscar soluciones, en función de garantizar el orden que tanto hace fata.
Por su parte, el secretario del Colegio de Ingenieros, Damian López, dijo a EL IMPULSO que es responsabilidad de la municipalidad suplir las vallas dañadas, asimismo instalar un nuevo lote.
Para tal fin es preciso que los organismos competentes, previamente, ejecuten una inspección, de esta forma determinarán cuántas hay en la ciudad y la cantidad que hace falta en los puntos estratégicos.
