¿ESPECULACION O SERVICIO?

Una y otra vez, el gobierno anuncia que está atacando el contrabando y las especulación. No puedo saber si solo se trata de un típico sí pero no, tocando solo a los más débiles de ese gigantesco mecanismo de corrupción y desabastecimiento en el que estamos viviendo.
El gobierno afirma que quiere el bien de todos nosotros, pero quiere imponernos su propia versión de la felicidad. Para ellos, un buen ciudadano es aquel que cada vez que necesite algún producto de precio regulado pase horas o días en un víacrucisdeambulando entre los comercios y, si tiene suerte, haga su cola y si tiene mas suerte aun, le toque entrar cuando todavía no se ha acabado lo que busca. Me niego, hasta donde puedo, a ser ese ciudadano de felicidad a juro que hace su cola y evita hablar mal del gobierno y las sandeces con que quiere justificar, explicar y vendernos su concepto de país perfecto y lleno de justicia. Por eso, si es necesario, acudo a los buhoneros y, de paso, les doy las gracias.
Como no agradecer al buhonero que ponga a mi disposición el aceite de maíz, el jabón o el papel higiénico que no logré conseguir esta semana. ¿Qué si es más caro? ¡Claro que es más caro, incluso mucho más caro!, pero, por lo menos para mí, las horas perdidas buscando lo incontrable resultan mucho más costosas que el monto extra que debo pagar para obtener, sin colas y sin captahuellas, lo que me urge. Visto así, el buhonero no es un especulador, sino un servidor público y contra él no lanzo las mentadas de madre que lanzo contra el gobierno y su idiotez por no querer enterarse que todos esos sistemas marxistas no logran otra cosa que conducir a la socialización de la miseria, a la improductividad, a la escasez y a la universalización de la corrupción.
Los marxistas, jóvenes y viejos, siguen creyendo en la propaganda de los cubanos, válida solo para los incautos que viven fuera de Cuba y  están dispuestos a creerla por su supina ignorancia e ingenuidad, pues los que viven adentro hace tiempo que se desencantaron y tratan de salir apenas pueden y como pueden. Estos marxistas no han asimilado el hecho de que ni uno solo de los países que formaban parte de la URSS han mostrado querer volver al pasado. No se trata de que ahora no tengan problemas, que sí los tienen y muchos, pero buscan superarlos analizando otras opciones posibles, sin encerrarse en un corral ideológico, “porque así lo definió Marx.” Ya veremos cuánto de socialismo quedará en Cuba una vez que los dos viejitos pasen al basurero de la historia.
El tiempo que el buhonero me ha ahorrado, me ha servido para tareas más útiles y productivas.