La delegación del gobierno colombiano cuestionó el miércoles la voluntad de las FARC de asumir sus responsabilidades ante las víctimas luego de los comentarios de la guerrilla sobre dos políticas y un militar, a quienes mantuvieron cautivos.
«Las FARC deben aclarar estas manifestaciones que a nuestro juicio son incompatibles con un deseo expresado de reconocer a las víctimas y asumir las responsabilidades consecuentes», afirmó Humberto De la Calle, jefe de la delegación del gobierno en las conversaciones de paz que se desarrollan en La Habana.
De la Calle leyó un documento en el que expresó su «preocupación» ante estos «ataques personales» contra Rojas, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt y el general retirado Luis Mendieta.
Las FARC publicaron el martes un documento en el que señalaron que Rojas «es ahora representante a la Cámara en representación de la ultraderecha. Se presenta como una víctima nuestra. Con la mano en el corazón, puedo decirle que no tiene ese derecho».
El guerrillero Andrés París defendió el documento y señaló que el grupo insurgente está «esclareciendo a Colombia y al mundo quiénes son estas personas y cuál ha sido nuestra actitud en el caso de Clara Rojas en el tiempo en que ella estuvo en cautiverio en manos de las FARC».
Rojas respondió en comunicación telefónica con The Associated Press que «las FARC siguen atropellando a las víctimas como lo hacen conmigo… no están listas, les falta crecer, no están preparadas, deben dejar tanta soberbia».
El tema surgió días después de que por primera vez en la historia de Colombia, un grupo de víctimas visitará la mesa de dialogo, acontecimiento que ambas partes calificaron con «trascendental».
El delegado rebelde Ricardo Téllez leyó el miércoles las 10 propuestas de las FARC sobre los «derechos integrales de las víctimas», entre los cuales destacan «reconocimiento de las víctimas del conflicto», «responsabilidad sistémica, responsabilidad principal del Estados y responsabilidades múltiples, incluidas las responsabilidades guerrilleras, frente a las víctimas del conflicto».
El comandante rebelde aseguró por otra parte que «todas las víctimas que vengan aquí serán bienvenidas y tratadas con respeto y con cariño…hacia el dolor que han sufrido».
Pero De La Calle consideró que las declaraciones de las FARC de la víspera en las que desconocen como víctima a Rojas y hacen comentarios sobre Betancourt y el militar retirado «constituyen una presión, inaceptable» sobre los organizadores.
Los representantes de las víctimas, elegidos por la ONU, la Universidad Nacional y la iglesia católica, son víctimas directas o indirectas de la guerrilla de las FARC, de los paramilitares y de agentes corruptos del estado.
«Esto no tiene ni pie, ni cabeza, no es facultad de las FARC tomar decisión de quienes son o quienes no son sus propias víctimas, eso es una condición que está dada por el derecho internacional», dijo a la AP, Sandra Borda, profesora de ciencias políticas y estudios internacionales de la Universidad de los Andes.
Sobre Betancourt, las FARC dijeron que «decidió desafiar a las FARC, viajando a san Vicente, lo cual termina en su larga aprehensión».
Según las FARC, «el ahora General Mendieta, a quien vale aplicar aquella sentencia de que llora como mujer lo que no fue capaz de hacer como hombre», al igual que otros rehenes, dijo que no estaba en condiciones para caminar por la selva. «Se declararon enfermos gravemente incapacitados. La propia Ingrid Betancur, siempre tan estirada, decidió alegar en su beneficio, que ella tampoco estaba en disposición de ponerse a caminar. Según dijo, ella estaba muy bien en su casa y nosotros la teníamos aquí contra su voluntad.»