Las FARC dicen que así como se creará un comando que deberá diseñar la desmovilización de la guerrilla, también es importante que exista un grupo similar que elabore el regreso de las fuerzas castrenses a su papel constitucional y desmonte los batallones de contrainsurgencia.
El rebelde Pablo Catatumbo manifestó el martes que para la guerrilla la comisión creada por el presidente Juan Manuel Santos supone «un principio de subalternidad de la guerrilla a la fuerza pública desde ahora mismo, lo cual es impensable para la insurgencia».
«Si el comando de transición tiene el propósito de emprender el estudio de la «desmovilización y entrega de armas de la guerrilla», el comando guerrillero de normalización, deberá estudiar el regreso de la fuerza militar a su rol constitucional, el desmonte de los batallones de contrainsurgencia por razones de tal normalización», explicó.
Agregó que ese comando deberá encargarse de la «implementación de mecanismos de normalización de las fuerzas armadas para su pronto regreso a su destino constitucional que es el de la defensa de la dignidad nacional y las fronteras».
Catatumbo leyó el martes el comunicado de las FARC a la prensa antes de entrar a una sesión de trabajo en la mesa de conversaciones de paz que adelantan con el gobierno colombiano desde noviembre de 2012.
Santos anunció en días pasados la creación de una comisión técnica encabezada por el general del ejército Javier Flórez, ex jefe del Estado Mayor de Colombia, encargada de evaluar mecanismos para la desmovilización, dejación de las armas y cese al fuego pero no participará en las negociaciones.
Los insurgentes criticaron «las decisiones unilaterales» del gobierno de Santos y lamentaron que «podrían estar enrareciendo el ambiente a las conversaciones de paz».
El presidente Santos y la guerrilla de las FARC coincidieron la víspera al iniciar un nuevo ciclo de las conversaciones en la capital cubana que al proceso de paz para poner fin al conflicto armado interno le queda todavía mucho por delante antes de concretarse en un acuerdo final.
El dialogo de paz que el gobierno colombiano y las FARC adelantan desde fines de 2012 trabajan a partir de una agenda preestablecida de seis puntos. El tema del resarcimiento a las víctimas está en debate en la actualidad en tanto las partes llegaron a unos acuerdos sobre los problemas de la tierra, la participación política y combate al narcotráfico.
Cuba, sede del dialogo, es junto a Noruega, país garante del proceso.