Como de costumbre, el Viernes Amarillo de Primero Justicia, es la instancia ideal para manifestar su rechazo a los problemas que día a día deterioran la calidad de vida del ciudadano común. Ayer, sus representantes regionales estuvieron en las inmediaciones del Hipermercado Bicentenario, donde con pancartas y debates públicos expresaron su rechazo al sistema biométrico que piensa instalar el Estado en los supermercados.
Consideran que la implementación de captahuellas para regular la adquisición de alimentos delata la insostenibilidad económica presente en el país.
“El sistema captahuellas no es la solución de la escasez de los productos básicos, ya que no se está atacando el problema de raíz, el cual refiere a que el Estado debe garantizar la divisas necesarias para incentivar la producción nacional. No se puede controlar la cantidad de alimentos que consumen los ciudadanos. Esta medida la consideramos como un atraso en materia económica”, declaró Nailet Rivero, coordinadora de Primero Justicia para la parroquia Concepción.
Agregó, que el Estado debe respaldar la inversión de la empresa privada, a fin de que laboren en conjunto para que la oferta de productos pueda satisfacer la demanda presente en el país, así como también para que se eliminen los focos de contrabando y demás actividades ilícitas.
Administración de la escasez
Marco Romero, representante regional del partido, consideró que el sistema biométrico de abastecimiento no resuelve el problema de la escasez, sino que permite la administración de la poca oferta existente.
“Pensamos que la implementación del captahuellas es muestra del modelo cubano que estamos viviendo, tal como la tarjeta de racionamiento, sistema que fue rechazado por el mismo Estado cuando el año pasado el gobernador Vielma Mora quiso aplicarlo”.