Joan Rivers permanecía el viernes grave en un hospital de Nueva York, al día siguiente de haber sufrido un paro cardiaco en un consultorio médico.
Melissa Rivers dijo en un comunicado el viernes que su madre estaba «recibiendo el mejor tratamiento posible». También le agradeció a admiradores y amigos por su apoyo.
«Mi madre estaría tan conmovida por los homenajes y oraciones que hemos recibido de todas partes del mundo», dijo Melissa Rivers. «Su estado sigue siendo grave… Les pedimos que la mantengan en sus pensamientos mientras rezamos por su recuperación».
El Hospital Mount Sinai dijo que no había novedades el viernes. El jueves, el vocero del hospital Sid Dinsay confirmó que Rivers había sido ingresada por la mañana.
Agentes de la Policía de Nueva York, que hablaron a condición de anonimato por no estar autorizados a nombrar públicamente a Rivers, dijeron que ésta fue llevada al hospital poco después de las 9:30 a.m. del jueves.
La comedianta y presentadora de televisión tiene medio siglo de trayectoria en el mundo del espectáculo y popularizó comentarios a veces ácidos sobre las celebridades en las alfombras rojas. Un show que tenía previsto para el viernes en el Teatro Count Basie en Red Bank, Nueva Jersey, se pospuso.