Sin trenes, camiones ni vuelos de cabotaje se mantiene este jueves en Argentina la segunda huelga nacional del año, convocada por las tres centrales obreras opositoras a la presidenta Cristina Kirchner, que paralizaron parcialmente al país sumido en una crisis económica.
La huelga empezó en la madrugada con cortes de calles y accesos a Buenos Aires por parte de sindicalistas y activistas de izquierda que también paralizaron las actividades en provincias como Córdoba (centro), Santa Fe (centro-este) y Jujuy (norte).
Los sindicatos denuncian que la inflación anual, superior al 30%, castiga sin piedad los bolsillos de los asalariados y el desempleo creció de 7,1% en el primer trimestre de este año a 7,5% en el segundo.
Las principales demandas son derogar el impuesto a las Ganancias que cada día pesa más sobre los salarios y aumentar subsidios familiares en momentos en que la economía argentina mantiene su tónica recesiva al estancarse la actividad.
Antes del mediodía los manifestantes que cortaron accesos a zonas clave, levantaron los cortes y salvo algún pequeño incidente con la policía, el ritmo del día era casi normal, con bancos privados, comercios y supermercados abiertos.
Gobierno y sindicatos polemizaron sobre el acatamiento a la huelga, ya que según los organizadores tuvo un 80% de adhesión, mientras que las autoridades estiman que un 75% de los trabajadores no detuvo sus labores.
«Si no venía a trabajar me descontaban el día, y en esta crisis hay que laburar (trabajar), si no es como atentar contra el propio bolsillo de uno», dijo a la AFP José Hernández, técnico dental que caminaba a su trabajo en la zona de Recoleta, en el corazón de la capital.
La mayoría de los colegios, públicos y privados, abrieron.
Los sectores en los que más se siente la medida son transporte de carga pesada, de dinero, postal, la distribución de bebidas y la recolección de basura.
Los taxis y autobuses no se plegaron a la huelga, a diferencia del paro del 10 de abril pasado, cuando la adhesión de los buses fue clave para garantizar el alcance de la medida de fuerza convocada entonces por el mismo grupo de sindicatos.
Clima de crisis
La huelga ocurre en un clima de presión sobre la moneda e incertidumbre financiera por un bloqueo judicial de pagos de la deuda en Estados Unidos que empujó a la tercera economía de América Latina a un default selectivo.
En el primer trimestre de este año, la actividad económica cayó 0,8% comparada con el último trimestre de 2013, cuando también perdió 0,5% en relación al trimestre anterior. En el primer trimestre la caída fue de 0,2% sobre igual período del año pasado. La estimación para el segundo trimestre se conocerá el 24 de setiembre.
La estratégica industria automotriz, un motor del crecimiento desde 2003, sufre derrumbes de producción y ventas, con secuelas de despidos y suspensiones de personal.
Bajo la consigna «Patria o buitres», Kirchner recuperó parte de su debilitada imagen al demonizar a los fondos especulativos que ganaron un juicio en Nueva York para cobrar el 100% de bonos en mora.