En medio de una de las acostumbradas e interminables colas para la adquisición de alimentos básicos de la cesta alimentaria, estudiantes barquisimetanos iniciaron una particular protesta que llamaba a la reflexión a los usuarios del supermercado, para rechazar el sistema biométrico de control para la adquisición de productos que pretende utilizar el Ejecutivo nacional, en respuesta a la escasez de alimentos.
Con pancartas alusivas a la implementación de nuevos controles en los mercados, los estudiantes recorrieron la larga cola de clientes a las afueras del Central Madeirense del Centro Comercial Los Leones, donde desde tempranas horas esperaban el despacho de harina de maíz precocida.
Yraibi Rodríguez, estudiante de Medicina de la UCLA y representante del Movimiento Estudiantil en el estado Lara, indicó que es una campaña que desarrollarán en diversos centros de consumo, pues asegura que los motivos para seguir en las calles se han multiplicado.
“No es posible que cada día sean más las humillaciones a las que nos somete el régimen. Nos quieren implementar un sistema de captahuellas para comprar los alimentos. Esa no es la solución a los problemas del desabastecimiento sino que representan mayor control del Estado”.
Puntualizó que la solución real es un cambio de Gobierno, pues en 15 años no han logrado los objetivos planteados. “Los venezolanos estamos pagando las consecuencias de la crisis, el desabastecimiento y la inflación, pisoteados por todas las políticas económicas que han implantado y que no han rendido resultados favorables a la economía”.
“Tenemos que alzarnos en contra del sistema biométrico porque es una práctica que nos humilla y no soluciona en nada el desabastecimiento que vivimos en todo el país”.
Varios usuarios que se encontraban en cola también se sumaron al rechazo de este sistema de control. Josefina Giménez indicó que no está de acuerdo con las captahuellas en los mercados para limitar el consumo de alimentos básicos en la dieta diaria de los venezolanos.
“Lo que necesitamos es que haya disponibilidad de los productos como en otras épocas, cuando se podía hacer mercado tranquilo y sin problemas. Hacemos estas colas porque no se consiguen los alimentos y los revendedores especulan con los precios en las calles. Lo que no se consigue ellos lo tienen por montones”.
Por su parte, Dalmiro Torres expresó que el sistema biométrico es una trampa del Gobierno para controlar aún más a los ciudadanos, pero no solucionará la crisis de alimentos.
“Todo está faltando, desde la harina, el aceite, la leche, hasta medicamentos necesarios para poder controlar nuestras enfermedades y curarlas. Estamos en una situación muy grave que no se acabará con un captahuellas en el supermercado”.
