Comisiones del PSUV se juramentan por doquier, esa es la única política pública evidente desarrollada por Maduro hasta ahora. Comisiones de hasta veinte miembros donde caben todos los enchufados rojos. Se trata de la colectivización del poder y de la fusión inconstitucional del partido oficial con el Gobierno. Esto lo advirtió Giordani en su carta con la lapidaria frase “sensación de vacío de poder en Miraflores”.
Que estamos en una grave crisis nadie lo pone en duda, es quizá el único consenso de esta Venezuela dividida. Lo que nadie sabe hasta ahora es la propuesta del gobierno para salir de la crisis. Colocar cajeras en los supermercados y racionar el consumo mediante el uso de captahuellas en algunos puntos de venta, es hasta ahora lo único decidido por la cúpula roja, y en ninguno de los casos se resuelve nada. Las medidas requeridas para la reactivación económica, aún siguen esperando de un líder que las asuma. No será Maduro, quien ya anunció la constitución de un congreso económico para colectivizar el paquetazo y diluirlo entre su propia burocracia. Así no es que se gobierna.
Repartir cambures y posponer las decisiones difíciles mientras el pueblo es acribillado por la escasez y la inflación, es una actitud irresponsable de un presidente que no se siente tal. Ya Rafael Ramírez comienza a meter presión mediática para que se tomen las medidas inevitables. Pdvsa no aguanta más. Pero antes se debe engañar a las bases para esconder el fracaso del modelo socialista y camuflar el paquetazo estilo FMI que se avecina. De ahí la foto con Fidel.
Lo triste de todo esto es que en Bolivia, Ecuador y Nicaragua no hay ni escasez ni inflación. Fuimos los únicos tontos que imitamos de verdad a Cuba y ahora solo Argentina se atreve a imitarnos a nosotros. La conclusión es triste, más de una década perdida, la de mayores ingresos petroleros además, una generación completa en fuga y un aparato productivo obsoleto y abandonado. No se consiguen anticonceptivos, se va la luz todos los días y no hay medicamentos, pero mandamos ayudas humanitarias al otro lado del mundo, subsidiamos a varios y creamos una comisión de solidaridad con otras naciones.
No hay quien mande en Venezuela donde nos gobierna una “unipartidocracia” tirana que ejerce el poder sin control pero que tampoco es capaz de encontrar soluciones a los problemas reales de la gente. Estamos a la deriva y en medio de una tormenta. Llegó la hora del pueblo.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
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