El papa Francisco lloró ante la «crueldad» que parece que «se nos instaló en el corazón», en solidaridad con los habitantes de una villa miseria desalojada en Buenos Aires, según dice en un correo electrónico.
En el correo dirigido a su amigo Gustavo Vera, fundador de la ONG «La Alameda», que cita el miércoles la agencia católica SIR, Jorge Bergoglio expresa su conmoción ante esta evacuación por la fuerza realizada hace tres días.
«Acabo de leer tu correo. Tu frase final logró sintetizar mis sentimientos: ‘Parecía Gaza’. Y me puse a llorar. No entiendo nada. A esa gente, a esas mamás con chicos, los acaricio con mis lágrimas», escribe el papa argentino.
«Cuando regresaba de Corea, en el avión (el 18 de agosto, a los periodistas), hablé de crueldad», señala. «Una crueldad vestida con tantos ropajes: ‘¡qué me importa!’, ‘¡que vayan a trabajar!’, ‘¡es gente insociable!’ Palabras (…) que manifiestan tanta crueldad», observa el sumo pontífice.
«Estoy cerca de esa gente, rezo y pido que no los dejen solos», concluye el papa, en este mensaje que la ONG transmitió a SIR.
Esta nueva villa miseria apareció en febrero en el barrio de Villa Lugano, al sureste de Buenos Aires, y había tomado el nombre de «Papa Francisco». Unas 700 familias vivían allí en viviendas precarias, a veces de cartón. Unos 800 hombres de las fuerzas de seguridad participaron en la operación de evacuación.