El fichaje récord del argentino Ángel Di María, anunciado el martes, no ha enmascarado la depresión del Manchester United, cuya humillante eliminación en la Copa de la Liga ha puesto en entredicho al entrenador Louis Van Gaal, muy criticado en la prensa inglesa este miércoles.
«Hubo muchos días sombríos con (David) Moyes pero ninguno como este», escribió el diario The Times este miércoles tras la humillación contra el Milton Keynes Dons, de tercera división, por 4-0.
Un sismo de la misma magnitud que el de 1995 contra el York y que se suma a un pésimo inicio de temporada tras la derrota en Old Trafford contra el Swansea (2-1) y el empate en Sunderland (1-1).
En estas condiciones, es difícil de imaginar que la simple llegada de Di María vaya a transformar la calabaza del United en un coche deportivo.
Con los 75 millones de euros invertidos en El Fideo, los Red Devils, que están viviendo una era post-Ferguson agitada tras haber despedido a su sustituto en la pasada primavera boreal, han gastado un total de 165 millones de euros en fichajes.
Pero tras las marchas del serbio Nemanja Vidic, Rio Ferdinand y el francés Patrice Evra, el Manchester United se encuentra con un grupo heterogéneo y, sobre todo, con un bloque defensivo sin ningún talento contrastado.
“Puede ocurrir”
Y si su 11 inicial del martes daba una oportunidad a los jóvenes ante la baja de sus refuerzos defensivos, Luke Shaw, el argentino Marcos Rojo y el español Ander Herrera, había seis jugadores internacionales en el campo.
Pero, ¿qué se le puede pedir a gente como Danny Welbeck, al mexicano Javier Hernández o al japonés Shinji Kagawa que están con un pie fuera?
«No estoy sorprendido, esto puede ocurrir», contemporizó Van Gaal, en modo ‘rock-star’ y extrañamente ocupado en firmar autógrafos.
«Es difícil continuar creyendo en el proyecto de Louis Van Gaal pero hay que hacerlo porque soy yo quién está aquí para reconstruir el equipo. Eso necesita tiempo, no se hace en un mes. Sabemos lo que estamos haciendo», añadió el holandés.
La soga empieza a apretar al supuesto salvador.
«Van Gaal tiene ya problemas importantes y tiene una gran culpa», escribió The Sun.
Si el holandés quería sabotear a un equipo al que le falta de todo, lo consiguió con la alineación.
A menos que la estrategia sea acelerar la caída y forzar a los dirigentes a abrirle nuevas líneas de crédito.
«La temporada ha empezado hace solo tres semanas y el United ya está inmerso en una crisis con el experimento de la defensa de tres del técnico holandés pareciendo una decisión de locos», añadió The Times.