En un recorrido por varios abastos de la ciudad se apreció que existe desconocimiento sobre el sistema biométrico o de captahuellas que implementará el Gobierno nacional para racionar las compras de los alimentos y artículos de primera necesidad.
Algunos empleadores se mostraron escépticos ante la medida que según el Ejecutivo frenará la escasez, el desabastecimiento, las compras “nerviosas” o excesivas por parte de algunos usuarios.
“El Gobierno lo que tiene que hacer es producir, producir y producir”, enfatizó una empleadora de origen asiático quien prefirió no identificarse.
Cree que el sistema de captahuellas no es malo ni bueno.
“Será positivo para que se acabe la reventa de los productos. Los buhoneros vienen y compran varias veces al día para luego vender todos esos productos en la calle hasta diez veces su precio original”, comentó la dama. Sin embargo, afectaría a aquellas personas o familias que sólo desean abastecer su despensa.
“Aquellas familias numerosas o que compran un mercado para tener por 15 días o un mes, se verán afectadas”.
Otro comentario que realizó la dueña del abasto es que por lo general se les despacha productos a las cadenas de supermercados y no a los independientes.
“Nos despachan uno que otro rubro. La prioridad la tienen las grandes cadenas de supermercados. Es lamentable pero a veces pienso que es mejor porque la gente se pelea horrible en las colas cuando llegan los alimentos”.
Contó que fácilmente, mil bultos de harina precocida pueden venderse en un día.
“La reventa de los artículos eleva la inflación. La gente tiene temor de no encontrar los productos por eso compra varias veces. No creo que las captahuellas se implementen. Eso no solucionará nada”.
En un supermercado al este de la ciudad una usuaria reclamaba al gerente que varias personas habían entrado varias veces al establecimiento para comprar cantidades de un mismo producto.
Al abordar al supervisor explicó que no es posible controlar esa situación. “Podemos controlar las cantidades por rubro pero no que una persona entre varias veces. Muchos, incluso, compran con varias cédulas”.
“La ventaja del captahuella es que frenaría a los revendedores y “bachaqueros” pero limitaría al resto de los usuarios”. Respecto a mantener todas las cajas abiertas el gerente dijo que el Gobierno debe tomar en cuenta que permanentemente hay empleados de vacaciones, reposo, pre o post natal y ausentes por diferentes motivos. “Buscamos la manera para que todas las cajas estén operativas”, puntualizó.
