En el marco de su 24 aniversario, la directiva del centro socioeducativo Dr. Pablo Herrera Campins, mejor conocido como el retén de El Manzano, prepara una serie de actividades desde el 25 al 29 de agosto para los jóvenes privados de libertad que se encuentran en el lugar.
Este centro de reclusión alberga en la actualidad a más de 278 jóvenes en edades comprendidas entre 14 y 17 años, quienes han cometido diversos hechos delictivos. Por tratarse de menores de edad, son recluidos en esta sede hasta tanto cumplan los 18 años.
David Cadenas, director del retén, informó que a lo largo de una semana los jóvenes de esta institución podrán disfrutar de cines foros, talleres, obras de teatro, actividades deportivas, conciertos y una expo taller, en la cual se presentarán los trabajos de pintura, tapicería, electricidad y panadería que realizan los muchachos. Cadenas manifestó que indistintamente de la situación que ocasionó la privativa de libertad de estos jóvenes, ellos merecen una segunda oportunidad para reivindicarse con la sociedad y sobre todo requieren de mucho apoyo. En este sentido, indicó que este plantel cuenta con un extraordinario equipo de profesionales, conformados por psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas, docentes e instructores de diversas disciplinas, quienes trabajan de manera voluntaria e incansable para contribuir con la formación y desarrollo profesional de estos muchachos.
Por su parte, Mireya Vivas, directora general del Servicio de Atención Integral al Niño, Niña y Adolescente (Saina) en el estado Lara, expresó que ve con gran preocupación que cada día ingresan más jóvenes a esta institución. Recalcó además, la importancia de que los padres cumplan con su rol fundamental de amar, educar, custodiar e implementar correctivos a sus hijos, para evitar que cometan actos delictivos que atenten contra su libertad y seguridad.
Necesitan recursos
“Estamos colapsados porque la infraestructura es insuficiente para tantos jóvenes” expresó Vivas. Destacó que las instalaciones fueron concebidas en sus inicios para albergar como máximo 120 adolescentes, y hasta la fecha son más de 278. Por ello, requieren de los recursos necesarios que les permita no sólo cubrir las necesidades básicas de estos muchachos, sino también para ejecutar a corto plazo la ampliación y rehabilitación de la sede.