El Casco Histórico de Barquisimeto, declarado Zona de Valor Histórico por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, según Gaceta Oficial N° 32.712, constituye el centro fundacional de la ciudad.
Este patrimonio se está cayendo. Se encuentra a la deriva. La falta de voluntad política se traduce hoy día en inmuebles colapsados, olvidados, invadidos y desasistidos.
Aplazar el mantenimiento de esta propiedad lesiona el pasado y condena el futuro. Desconocer de dónde venimos supone ignorar hacia dónde vamos como corresponsables y herederos de un legado histórico, cultural, religioso, pedagógico, recreacional y comercial.
Desde el mes de mayo, afectados por la situación del Casco Histórico, han efectuado una serie de encuentros para contener el desplome de lo que resta de este acervo.
En vista de los últimos acontecimientos, (en julio se vino abajo el techo de la casa de la familia Chiossone), se sumaron a estas reuniones representantes del gobierno local, regional y nacional.
Si bien, el grito de auxilio fue atendido, no hay recursos para subsanar la emergencia o debe hacerse una serie de trámites burocráticos para que el Ejecutivo Nacional se apiade de este lamentable escenario que, en contadas oportunidades ha sido advertido, sólo superficialmente ya que dentro de los inmuebles reina el comején, las filtraciones, la maleza, los escombros, techos y paredes en ruinas.
Diagnóstico
Al Casco Histórico de Barquisimeto sólo se le maquilla, sostiene la arquitecta Claudia Rodríguez, quien visitó este rotativo en compañía de Carlos Eduardo López, presidente de la Fundación Fototeca de Barquisimeto, y Yuyita de Chiossone, presidenta del Banco de Silla de Ruedas (Bandesir).
“Los problemas subsisten internamente. El comején ha deteriorado las maderas de las casas y colapsado parte de los techos. Las aguas subterráneas afectan todo el centro, por lo cual, el adoquinado que se realizó, que no es el tradicional, represa el agua debajo del concreto, en consecuencia, el líquido sale por los muros de tierra de las viviendas, a ello se le suma el desgaste de las cloacas y la falta de mantenimiento”.
Esas aguas vivas no se pueden eliminar pero sí drenar, es lo primero que habría que canalizar si el Gobierno se toma esta emergencia en serio, apunta Rodríguez. El municipio, añade, debe formalizar políticas de incentivo para que los propietarios le hagan mantenimiento a sus casas, por ejemplo, exoneración de impuestos o sustentabilidad del centro a partir de la utilización de los terrenos desocupados. Los antiguos solares de las casas están abandonados, llenos de bolas de comején y maleza. “Si a los afectados les permitiesen vender sus solares, con esos ingresos podrían mantener sus casas. No se puede atacar el problema desde la generalidad sino desde la particularidad. Hay que analizar caso por caso para encontrar las soluciones”.
Letra muerta
La arquitecta recordó que hace siete años, durante el último gobierno de Henri Falcón como alcalde, se levantó un proyecto con el apoyo de la Unesco que se denominó Plan de Desarrollo del Centro Histórico. A lo largo de una semana, un equipo multidisciplinario de más de 40 especialistas, entre docentes, técnicos, abogados, urbanistas, arquitectos y vecinos, diagnosticó y diseñó el desarrollo del centro. “Ese proyecto, con todas sus evaluaciones y conclusiones, se engavetó y nadie sabe dónde está. Es letra muerta porque cambian los gobiernos pero no hay continuidad de los proyectos. En consecuencia, el deterioro se eleva a más del 50%”.
¿Qué hacer?
Fumigar desde la Plaza Bolívar hasta la Concha Acústica, habilitar drenajes, apuntalar las estructuras, prohibir la circulación y permanencia de personas en la calle 24 con carreras 16 y 17, desalojar edificios en casos puntuales y emprender políticas que incentiven a sus habitantes, son algunas de las medidas que sugiere la arquitecta.
Rodríguez advierte que en el caso del comején, no es aconsejable abordar la Plaza Lara y su entorno de forma aislada. Es preciso desinfectar las nueve manzanas que rodean la plaza, sin olvidar la Concha Acústica.
Poligonal irregular
Según la arquitecta Claudia Rodríguez, la poligonal se inicia en la carrera 15, pasa por el Museo de Barquisimeto, la plaza frente al museo, el antiguo Cuartel Jacinto Lara, la iglesia Concepción, bordea el Palacio Municipal y parte de la manzana que está frente al Edificio Nacional. Continúa hasta el Puente Bolívar y de allí toma la Plaza Lara y los edificios a su alrededor, sigue detrás del Colegio La Inmaculada y se prolonga derecho hasta la Concepción. Hay partes en los que ocupa la mitad de la manzana. Son nueve hectáreas aproximadamente.
Desalojar
Urge desocupar la casa de Fundasab, donde funciona la Misión Madres del Barrio, un kínder, el consejo comunal, una escuela de teatro y Fundapatrimonio.
Si no se desaloja y atiende este patrimonio, cuanto antes, la vivienda podría colapsar. Es irresponsable que personas coexistan en este inmueble.
Riesgo
Se han dirigido cartas a todas las instancias, precisó Carlos Eduardo López.
“En varias oportunidades hemos enviado comunicados a todos los organismos ante el peligro que representa el casco para toda la comunidad que hace vida en ese entorno. El riesgo está ahí, varias paredes y techos se han derrumbado. La mano de Dios ha impedido que ocurra una tragedia”.
La profesora Yuyita de Chiossone, damnificada, informó que la Alcaldía de Iribarren gestionó ante el Consejo Federal de Gobierno recursos para el rescate de la zona.
“La solución más inmediata es atender la problemática de Fundasab, un inmueble oficial y con una carga histórica importante, además de las fachadas del centro”.
Esa solicitud está en manos del Consejo Federal de Gobierno porque se requieren más de 8 millones de bolívares sólo para Fundasab.
Corpolara está dispuesta a aportar pero espera por el presupuesto.
Malariología ha sido receptiva y hay un plan de fumigación para el casco histórico pero es necesario que alguien done el veneno.
16 instituciones, tres familias, la herrería del maestro Pedro y vecinos de la comunidad, aguardan por el rescate de este bien.
