En grupo se fueron hasta el sitio conocido como Mis Viejos, en la vía hacia Duaca, y colocaron restos de árboles y otros obstáculos, impidiendo el tránsito automotor.
Explicaron que hasta hace algunos años les llegaba agua procedente del acueducto de Perarapa, pero el mismo se dañó y la alcaldía de Crespo, a la que corresponde, no se preocupó en repararlo.
“Les pareció más fácil mandarnos cisternas que reparar el acueducto, pero hace un mes dejaron de mandarle los camiones y por lo tanto nos quedamos sin el vital líquido”, declaró Sugeidis Vásquez, una de las participantes en la protesta.
Conforme transcurrían las horas iban creciendo las colas de vehículos en ambos sentidos, sobre todo hacia El Eneal, Duaca y numerosos caseríos del municipio Crespo, así como hacia Aroa.
“Aquí vamos a estar hasta que nos den una solución porque estamos cansados de promesas y nada que nos aseguran el suministro del agua”, dijo Darianny Hernández, otra vecina de Las Veras, aclarando que era la primera vez que salían a protestar.
Dijeron que deben pagar hasta 800 bolívares por un tanque y no están en condiciones económicas para ese tipo de gastos.
A las diez comenzaron a llegar unos cisternas procedentes del llenadero de Licua, mientras funcionarios de la alcaldía trataban de convencerlos, así como un ingeniero de Hidrolara como mediador.
Uniformados de la Policía de Lara se mantenían a la expectativa para evitar hechos de violencia que, afortunadamente, no se registraron.
Los vecinos de Las Veras insistían en que se trataba de una manifestación pacífica, “con un reclamo justo ya que no se puede vivir sin agua”.
Mientras tanto, conductores de autos, camionetas, camiones, gandolas, busetas y autobuses del transporte colectivo esperaban pacientemente la reapertura de la carretera para poder continuar sus respectivos viajes.
La protesta terminó poco antes del mediodía luego de conversaciones, aunque algunos de los participantes no estuvieron de acuerdo argumentando que no recibieron nada definitivo y temían les volvieran a engañar.
“Volveremos a cerrar la carretera si no nos cumplen”, se le escuchó decir a una de las amas de casa mientras se retiraba del lugar.