Vientos huracanados derribaron las láminas laterales de la Torre Bel el fin de semana pasado.
El centro de negocios con 20 pisos de altura fue un tema viral en redes sociales y no por la apertura que se avecina. Cuando la lluvia amenazaba la ciudad, parte de la fachada de la Torre Bel se vino abajo, sin ocasionar accidente ni daños graves.
Pero la información oficial sobre el hecho es inconsistente o nula. Aunque Protección Civil atendió la contingencia el domingo, clausuró el paso y levantó una evaluación de riesgos, son pocos los datos del desenlace.
Ayer, PC Lara desconocía si el paso en las inmediaciones de la Torre Bel se había reestablecido. El Cuerpo de Bomberos de Iribarren también desconocía las últimas incidencias, al menos por la central telefónica.
EL IMPULSO consultó el par de instituciones mediante llamadas y el personal únicamente reveló que los representantes de la empresa “eran los responsables de aplicar las medidas correctivas”.
Igualmente, señalaron que las autoridades locales “se ocuparon del caso de inmediato”, pese a no ofrecer más detalles.
El equipo reporteril también intentó obtener las estadísticas de rigor que elaboran los bomberos ante emergencias y tampoco fue posible.
Los funcionarios de turno solo remitieron a otras oficinas, donde no prestaban cifras.
“¿Entonces ahora es un peligro atravesar esa calle?”, se preguntó un conductor que toma esa ruta con frecuencia. La empresa tampoco ha publicado un comunicado en torno al hecho.
Hasta ayer, en la página web de Bel no disponían de información al respecto.
En las redes sociales, usuarios han filtrado que la ciudad no posee la infraestructura adecuada frente a las lluvias.
Cada vez más, los aguaceros delatan el colapso de Barquisimeto. Drenajes, viviendas y edificaciones acaban en más deterioro por cada precipitación.