Nicolás Maduro no tiene la misma fuerza de Hugo Chávez para tomar decisiones severas, sostiene el consultor político, Doriam González.
Asegura que no habrá cambio en las “políticas equivocadas del Gobierno”. Simplemente será un nuevo reciclaje de fichas clave del oficialismo.
“Este ha sido un modelo que ha tenido la particularidad de reciclar nombres en distintas carteras. El cambio de una persona, que por lo general se han desenvuelto sin éxito en otros gabinetes, no indica avances importantes”, explica.
Asimismo, señala que en lugar de mover figuras, el Gobierno debería modificar otros aspectos, como el sistema de planificación y finanzas, judicial, carcelario y las políticas públicas.
El politólogo afirma que Nicolás Maduro se empeña en postergar las medidas económicas porque le restarán popularidad. Cerca del 30% de los votantes oficialistas consolidados, apunta.
“El costo político de las decisiones económicas será alto. Definir apertura (en materia de finanzas) significaría la ruina. Pero Maduro no tiene el liderazgo, bien sea para abrir el mercado o radicalizar el socialismo”, vaticina.
Según González, la renuncia de los ministros es una estrategia para distraer a la opinión pública.
De seguir contra la iniciativa privada, comenta, el Estado será el único que negociará cualquier rubro con el ciudadano.
“Pero el Estado no es la empresa más eficiente para administrar. Si el Gobierno invierte más en subsidios, bajarán las ya diezmadas políticas de inversión”, advierte.
Show mediático
La renuncia colectiva de los ministros del presidente Maduro, es el reflejo de la crisis que vive el país y de la cual no escapa el Ejecutivo nacional.
Así lo manifestó el dirigente nacional del Movimiento Progresista, José Luis Pirela, quien además calificó la acción como un «show mediático».
«En el PSUV no es usual este tipo de renuncias, esto lo que deja claro es que el barco rojo está perdiendo peso y algunos ya han comenzado a saltar”, opinó.
Señaló que este hecho es propicio para renovar los poderes públicos en Venezuela y cambiar el modelo político y económico de nuestra nación.
«Este es un modelo fracasado e inviable (…) ojalá esta oportunidad que surge de una crisis, pueda convertirse en la posibilidad de renovar nuestras instituciones, colocando buenos gerentes y funcionarios capaces”, dijo.