La crisis económica en Venezuela (III)
En esta tercera entrega, seguimos citando las palabras del economista Gerardo Álvaez en un encuentro con la Red.
(…) Esto es una evidencia palmaria de que el modelo ideológico que se pretende implantar está lejos de condicionarnos al milagro económico, a la recuperación del país, al desarrollo sustentable y muy por el contrario nos ha conducido al umbral de una recesión económica que, como señalamos al comienzo, se ha venido gestando progresivamente en los últimos años con muchas probabilidades del éxito.
Nuestra economía resulta ser una de la más controversiales y paradójicas del planeta, donde la lógica económica pierde todo sentido de racionalidad. No se justifica bajo ningún pretexto que a pesar de la inmensa y extraordinaria cantidad de recursos financieros provenientes de la venta de petróleo en los últimos quince años, los mismos no se hayan canalizado a solucionar los ingentes problemas que enfrenta nuestro país en todas las áreas de su vida social y económica. Las erráticas, contradictorias e inconsistentes decisiones de política económica tomadas por quienes pretenden dirigir y controlar la economía desde 1998, lamentablemente, sin conocimiento de causas se ha manifestado en un irracional manejo de la cuantiosa renta petrolera, se ha debilitado la base de sustentación de nuestra economía, como lo es la explotación, producción y exportación de hidrocarburos, se ha desquebrajado la agricultura y por ende la seguridad alimentaria, se ha intentado destruir sistemáticamente al aparato productivo nacional para sustituirlo por cuantiosas y masivas importaciones beneficiando la producción nacional de otros países afectos ideológicamente al régimen y afectando seriamente nuestra balanza de pago, ha disminuido drásticamente la inversión privada nacional y extrajera, lo que ha generado un descenso importante en los niveles de producción interna y en la generación de empleos productivos, los niveles colosales del gasto público irreproductivo han producido los déficits fiscales más elevados de nuestra historia republicana, lo que ha sido acompañado de una deuda pública interna y externa nunca antes vista (122 millardos de dólares al 31 de marzo) que alcanzan actualmente una tercera parte del PIB, hipotecando el futuro económico de las próximas generaciones y del país, la fuga de capitales y de talentos han alcanzados magnitudes sin precedentes: más de cien mil millones de dólares se han trasladados a otros países y cerca de un millón quinientos mil venezolanos, en su mayoría jóvenes, han emigrado a otras latitudes. Los controles exagerados y punitivos de precios y las enormes dificultades en la entrega de divisas en un país que importa el 80% de los bienes que consume, que ha generado escasez y desabastecimiento, sumado a la tasa de inflación más elevada del mundo, han provocado una abrupta disminución tanto del poder adquisitivo de la población, como el de la calidad de vida del venezolano.
La transcripción de la conferencia… ¡Continuará!
