Crecen cifras de ganado muerto por la sequía

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El prolongado verano que está afectando a varias regiones del país, y en particular al municipio Torres del estado Lara, tiene a los ganaderos en emergencia, recurriendo desesperadamente a cualquier alternativa para mantener los rebaños, aunque reducidos.

Es tal la gravedad del asunto que la producción de leche en la zona se ha reducido hasta 60% y de carne en 40%, con tendencia a seguir bajando si continúa prolongándose la temporada seca.

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Para plantear la delicada situación, varios dirigentes del gremio se reunieron con periodistas de EL IMPULSO a quienes mostraron cómo las represas de las que dependen para el suministro de agua a sus rebaños se encuentran completamente secas.

Mario José Oropeza, de Asocrica, Jesús Herrera, director de Fedenaga, Oswaldo Álvarez y otros productores de Torres, exigieron la intervención del Gobierno nacional para que la ganadería no termine de desaparecer en el país.

“El Gobierno dice que es normal la muerte de animales y prefiere importar leche y carne que ayudar a los productores venezolanos”, dijo Herrera.
Se refirió a la necesidad de que se suministre a los productores los equipos necesarios para poder producir, incluso en temporadas de sequía como la actual.

Refirió que el déficit de tractores para el campo venezolano está por el orden de 60 mil, a razón de 8 mil que se requerirían ser importados por año, algo que no se ha hecho, necesarios para las siembras de pasto, que deben reservarse para la temporada carente de lluvias.

Ya el presidente de Asocrica, Mario José Herrera, había advertido sobre la situación que está viviendo la ganadería en el municipio Torres por falta de agua, la que habría provocado, hasta hace unos dos meses, más de 200 animales muertos.

Sin embargo, para Herrera, esa cifra se ha incrementado de manera alarmante.

Aclaró que las reses mueren por diversas causas originadas por la falta de agua, además de que también las que se atascan en el barro de los embalses secos desesperadas por falta del líquido vital.

¿Y qué están haciendo para subsistir?

Algunos venden novillos o mautes para comprar alimentos, forrajes, para no perder todo el rebaño, porque no hay agua, los embalses están secos y los pozos no producen lo necesario ya que los acuíferos también merman con la sequía, explicó.

Está el caso de Oswaldo Álvarez, de la finca Monte Carmelo, en el sector El Escobal, parroquia Montes de Oca, quien posee varias represas, una con capacidad para 680 mil metros cúbicos, esta última le permitiría el riego de 60 hectáreas de pasto durante un año, pero actualmente está seca por completo y por lo tanto debe recurrir a la compra de heno para alimentar el ganado.

“Aquí en la finca habían 340 reses y para evitar su muerte por falta de alimento, porque los pastizales están secos, he vendido unas cien en tres meses”, expresó Álvarez.

Hasta ahora se le han muerto 50 cabezas de ganado vacuno y la producción de leche bajó de 670 litros diarios a 160.

Ambrosio Oropeza es otro ganadero caroreño afectado, pues en los últimos dos meses se le han muerto 100 vacas y becerros en su hacienda Santa Teresa, ubicada en los límites de Zulia y Lara.

“Lo único que nos queda es pedir financiamiento a los bancos para salvar lo que nos queda, pero la situación es grave”, enfatizó.

Otros productores caroreños hicieron un llamado al gobernador Henri Falcón para que le ponga atención al problema y haga las gestiones necesarias a fin de que desde el Gobierno nacional se les preste ayuda.

Principalmente para la perforación de pozos mediante los cuales puedan disponer de agua en prolongadas temporadas de verano como la actual.

En la actualidad un pozo perforado de 200 metros de profundidad, para que dé agua buena, puede estar en el orden de los 2 millones de bolívares, cantidad que, sobre todo los pequeños o medianos productores, no pueden costear.

“Pero también hacen falta abonos y fertilizantes, plaguicidas, fungicidas, medicinas veterinarias, y sobre todo tractores y bombas”, afirmó Jesús Herrera.

Pero si la situación de los ganaderos de Torres es grave, la de los cañicultores también lo es, por la misma causa del prolongado verano, como lo dan a conocer mañana con dramáticos testimonios, en un segundo reportaje de EL IMPULSO desde la zona destinada a la siembra de caña de azúcar.

También los productores de caña de azúcar están al borde de la ruina por falta de agua.

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