El delantero uruguayo Luis Suárez, sancionado en partidos oficiales hasta octubre por morder a un rival, reconoció este martes haber consultado a «profesionales adecuados» para no reincidir en este tipo de gestos con su nuevo club, el Barcelona.
En la primera presentación del jugador a la prensa, después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) rebajara levemente la sanción de la FIFA, Suárez se mostró dispuesto a olvidar el pasado y centrado en disfrutar su «sueño desde chico» de jugar en el Barcelona.
«La sanción es la que es y hay que aceptarla. Es un tema privado pero he tratado con los profesionales adecuados», afirmó Suárez, que antes de morder al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil, ya había protagonizado otras dos agresiones similares.
«He intentado olvidar ese partido y la situación. Fue un momento difícil para mí y quiero decir a los aficionados que no se preocupen porque no volveré a hacer eso nunca más», añadió el uruguayo.
Después de incorporarse el viernes a la rutina de entrenamientos azulgrana, Suárez disfrutó el lunes de sus primeros minutos con su nuevo club en un amistoso ante el León mexicano.
«La sensación de volver a jugar es linda pero la de saber que te queda alrededor de dos meses para jugar partidos oficiales es difícil. Pero ya lo asumí y mi cabeza está puesta en entrenar hasta estar listo a finales de octubre», cuando se termina el castigo con su club, dijo Suárez.
Sin embargo, la sanción en partidos internacionales es mucho más larga: ocho encuentros oficiales más con la selección uruguaya, lo que le impedirá jugar la Copa América del próximo año en Chile.
«Perderme partidos con el Barcelona ya duele, pero los partidos con mi selección aún duelen más. Por lo que yo sufro por mi país, el esfuerzo que hice por llegar al Mundial, todo lo que yo amo mi país, el hecho de perderme la proxima Copa América me duele muchísimo», afirmó el charrúa.
Aunque se lo vinculó durante largo tiempo al Real Madrid, el deseo de Suárez de ir a Barcelona, donde vive la familia de su mujer, permitió al club catalán acordar con el Liverpool un traspaso de 65 millones de libras (unos 81 millones de euros), explicó el vicepresidente Jordi Mestre.
«Hubieron opciones de otros equipos pero cuando el Barça se metió no lo dudé porque era un sueño», dijo el máximo goleador de las ligas europeas del último curso, junto al portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo, con 31 dianas.
El debut oficial podría producirse en uno de los encuentros clave de la temporada, el 25 o 26 de octubre contra el equipo blanco.
«Tengo dos meses para entrenar, prepararme y tratar de llegar de la mejor manera al partido contra el Real Madrid», apuntó.
En el Clásico, Luis Enrique podría formar por primera vez la temible delantera que ha conformado el Barcelona este año con el argentino Leo Messi y el brasileño Neymar flanqueando al nuevo ariete azulgrana, que podría caer a jugar en la banda derecha.
«Estoy preparado para jugar en cualquier posición de ataque. En el Liverpool jugué por la izquierda o la derecha porque de nueve jugaba Sturridge. No tengo ningún problema en jugar en cualquier posición y adaptarme a lo que pida el entrenador», afirmó.