Los habitantes de La Mendera y sectores inmediatos como calle Las Pérez, Cañaveral y final de la avenida Libertador, en Cabudare, se cansaron de soportar las 24 horas de cada día los olores pestilentes dejados por las aguas servidas que desde hace tiempo corren libremente e inundan viviendas.
El problema afecta también a docentes y alumnos de la Escuela Gladys Briceño Méndez, algunos de los cuales se han enfermado a causa de la contaminación provocada por las cloacas desbordadas.
Para llamar la atención de las autoridades, en especial de Hidrolara, la mañana de este lunes cerraron la vía principal impidiendo el tránsito automotor por espacio de más de dos horas.
Milagros Romero y Rómulo Torres, dos de los vecinos, informaron que el problema data de hace tiempo, pero se agravó durante los últimos meses cuando las aguas servidas se salieron de las viejas y destrozadas tuberías y conformaron verdaderos ríos con olores insoportables.
“Estamos cansados de que cada vez que denunciamos lo que está pasando viene una cuadrilla de Hidrolara, le meten una guayita al tubo obstruido y se van, pero en pocos días vuelve la misma situación”, dijo Milagros.
Torres, por su parte, mostró cómo las aguas pestilentes procedentes de la parte alta invadieron su casa por lo que se vio obligado a romper el piso y abrir un desagüe provisional, aunque con eso no pudo acabar con los malos olores que tienen enferma a toda su familia.
Durante la protesta de este lunes al sitio se presentó una comisión de la Guardia Nacional, así como algunos policías, con el propósito de tratar de convencer a los manifestantes de retirar los escombros y permitir la reanudación del tránsito automotor.
Manuel Colls, director de la Alcaldía de Palavecino, también se hizo presente y mediante el diálogo trató infructuosamente de lograrlo.
“El paso no lo abriremos hasta que llegue una máquina y abra la zanja para llegar a la tubería, e inicien los trabajos de sustitución”, gritaba una de las participantes en la protesta.
Explicaron que se trata de una tubería con 30 años o más de servicio, que debe ser sustituida, además de que las aguas negras están contaminando también el buco inmediato a La Mendera.
Cerca de las diez de la mañana llegó una cuadrilla y la excavadora de Hidrolara y se reabrió el paso a los vehículos.
