Gregorio Ramón Loyo Felizzola, residente del barrio José Gregorio Bastidas, en el sector de El Ujano, al noreste de la ciudad, indicó que recibió agresiones por no menos seis policías pertenecientes al cuerpo de seguridad municipal, tras una denuncia por problemas domésticos. Según relata Loyo Felizzola, el pasado viernes 15 de agosto, a eso de las 10 p.m., tuvo un problema con varios sobrinos que comparten una residencia ubicada en una pequeña granja del lugar, después que los jóvenes dañaran unos árboles que él cuida y mantiene.
Los ánimos se alteraron y, según cuenta el declarante que acudió ayer a la sede del Diario EL IMPULSO, una hermana abogada llamó a la sede policial de la Policía Municipal de Iribarren, ubicada en la avenida Bicentenaria, para pedir ayuda tras el inconveniente.
Cinco minutos después, funcionarios de este cuerpo de seguridad llegaron a la dirección de la residencia e intentaron ingresar a la casa donde el denunciante estaba. “Yo tomé un destornillador y les dije a los policías que se fueran, que no iba a pasar nada”, explica Loyo, “ellos corrieron hasta la puerta de la cocina e ingresaron por allí… me golpearon y me dislocaron una costilla”. Según la víctima, los funcionarios usaron su macana y lo patearon mientras estaba en el suelo. Tiene reportes médicos que confirman las lesiones.
No se lo llevaron detenido, y el afectado indica que, desde ahora en adelante, su intención será llevar el caso a “atención a la víctima y la prefectura, para que les llamen la atención”.
