Caminito que un día:La verdadera casa de las Silveira en un libro (1)

Con atinada presentación del ya lamentablemente desaparecido abogado Jack Pérez Viacaba e introducción de su autor, licenciado Juan Alonso Molina acaba de publicarse, y sin presentación al público todavía, una magnífica obra acerca de una vivienda situada en lo que el Dr. Pérez Viacaba llamó, con acertada definición, “casco post-colonial” que es la manzana barquisimetana alinderada entre las carreras 16 y 17 y calles 24 y 25, manzana milagrosamente salvada integralmente de la picota mercantil ignorantemente modernizadora que ha venido destruyendo lentamente pero sin pausa el otrora hermoso centro de la cuadrícula urbana original del siglo XIX barquisimetano, acerca de lo cual no puedo menos que citar un juicio tan exacto como ajustado a una triste realidad socio-política de la capital larense, contenido en la presentación: “… no hubo una oportuna motivación que estimulara la preservación integral de las viejas casonas. Se promulgaron ordenanzas y regularizaciones orientadas a ese fin pero es evidente el hecho de que han sido pocos los ciudadanos que, con espíritu de desprendimiento y un gran sentido de responsabilidad social, asumieron, para las presentes y futuras generaciones, la conservación de las hermosas casonas solariegas…” (p.9)
Pero la cuadra Este de esta manzana, calle 23, entre 16 y 17, frente a la plaza Lara ha corrido con bastante suerte: la casa situada en su esquina noreste fue adquirida en 1992 por la Asamblea Legislativa para sede de su archivo, otra la adquirió el también fallecido Hugo Mario Giménez y en ella estableció, luego de restaurarla, su bufete y una tercera, cuya historia investigó con lujo de acuciosidad documentalista, el licenciado Molina, fue adquirida por el abogado Joseph Sabbagh quien, con la dirección profesional y altamente eficiente de la arquitecto Claudia Rodríguez y “calificados maestros de la construcción” tradicional de estilo mediterráneo, rescató esta otra valiosa unidad del patrimonio edificado post-colonial de la capital larense y allí, con jubiloso entusiasmo, estableció su bufete compartido con otro grupo de calificados profesionales del derecho.
Rescatar esta bella casa y darle tanta vida como valor agregado con el uso que de ella hace el Dr. Sabbagh y sus compañeros de bufete, es cosa de admirar y ejemplo para iniciativas semejantes aunque, debo decirlo, particularmente disfruté dos de los importantes hallazgos históricos surgidos de la investigación de archivo efectuada por Juan Alonso Molina: en una, la definitiva comprobación de ser ésta la casa verdaderamente perteneciente a la familia Silveira – Barrios y dos, que lo más seguro, es que nada liga consanguíneamente esta familia a uno de los primeros alcaldes de Nueva Segovia, el capitán Damián del Barrio.