El Fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha anunciado que abandonará la embajada de Ecuador en Londres, después de dos años de refugio. Así lo ha anunciado durante una rueda de prensa conjunta con el ministro de exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño.
«Puedo confirmar que dejaré la embajada pronto, pero quizás no por las razones que la prensa de Murdoch y Sky News están diciendo en este momento», declaró el australiano de 43 años.
Lo que no ha desvelado es la fecha en la que saldrá de la legación ecuatoriana en el barrio de Knightsbridge (cerca de los almacenes Harrods) en la que se refugia desde julio de 2012. Tampoco ha aclarado los motivos de esta decisión.
Aunque abandone la embajada, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, ha asegurado que se le continuará ofreciendo protección a Assange. «Esta situación debe terminar; dos años son demasiados; es hora de liberar a Julian Assange, de que sean respetados finalmente sus derechos humanos (…) Llamamos a la comunidad internacional a que se sumen a campaña para alcanzar su libertad», ha señalado Patiño.
El anuncio de Assange se produce tan sólo horas después de que se conociese que su estado de salud se ha deteriorado durante estos dos últimos años. Según la prensa británica padece graves problemas cardíacos y pulmonares y presión arterial alta.
Repreguntado por los periodistas sobre cómo se encontraba, el activista se ha limitado a expresar: «Estar detenido, de diversas formas, durante un periodo de cuatro años, dos de ellos en la embajada, sin contacto con el exterior ni luz solar, provocaría que cualquier persona sana empiece a experimentar dificultades».
Al parecer, las autoridades británicas habrían denegado una solicitud de asistencia médica, por lo que en el caso de poner un pie fuera de la embajada sería arrestado y posteriormente extraditado a Suecia. Las autoridades de Estocolmo lo acusan de cuatro delitos sexuales, perpetrados en noviembre de 2010.
El fundador de WikiLeaks teme que desde allí sea entregado a las autoridades de Estados Unidos, donde podría enfrentarse un juicio militar por la información confidencial difundida del Departamento de Estado de EEUU y sobre las operaciones militares en Irak y Afganistán.
Para evitar que se Assange acabase enfrentándose a la justicia estadounidense, Ecuador le concedió asilo político en su embajada de Reino Unido. Desde entonces ha estado pidiendo infructuosamente que las autoridades británicas le proporcionen la oportunidad de salir libremente de la Embajada de Ecuador y viajar al país sudamericano o a algún otro país en calidad de asilado político.