En los hospitales y clínicas venezolanas atienden a los pacientes casi con las manos, pues insumos tan básicos como el suero fisiológico escasean en medio de una sequía de divisas que ha acumulado una deuda de más de 1.000 millones de dólares del gobierno con los importadores. Por un lado, el presidente de la Federación Farmacéutica, Freddy Ceballos, calcula la escasez de medicamentos en 60%. Por el otro, la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, Laboratorios y Afines (Avedem) asegura que se reportan «faltas absolutas» hasta en 85% de los productos, en este país petrolero que importa 98% de sus insumos en salud. Un informe que la Avedem presentó a la Asamblea Nacional en mayo refirió que «más de 900 amputaciones de miembros inferiores se realizan en los hospitales en Venezuela» por falta de «stents periféricos» (que permiten la apertura de los vasos sanguíneos para restaurar el flujo sanguíneo). También detalló que se dejaron de colocar 750 marcapasos, «afectando el mismo número de pacientes», señala el documento. El gobierno venezolano, que el jueves informó que entre enero y julio ha liquidado 2.055 millones de dólares para la salud, acumula deudas -una porción de 2013- con proveedores externos de insumos médicos por 350 millones de dólares y por poco más de 900 mil dólares para medicinas, según cálculos del sector. «La situación se agudizará al término de 2014. Mientras no haya una liquidación programada, sistemática, no tendremos una solución», concluye Ceballos en entrevista con la AFP.
Papeles y más papeles
En Venezuela, donde rige un estricto control de cambios, los importadores de fármacos e insumos médicos deben lidiar con la burocracia gubernamental y solicitar «registros sanitarios» y certificados de «no producción» para poder acceder a los dólares. Ceballos cuenta que los farmaceutas esperan la firma de más de 700 registros para poder importar insumos agotados. Los importadores agregan que «en lo que va de 2014 el gobierno no nos ha aprobado el primer certificado de no producción», explica a la AFP Antonio Orlando, presidente de Avedem, que reúne a 143 importadores y distribuidores. Desde hace más de un año, el gobierno venezolano ha experimentado una acelerada caída de sus reservas de divisas pese a los valores históricos del petróleo y su factura de 100.000 millones de dólares anuales en venta de crudo. Esto generó un recorte en la asignación de divisas incluso para el sector salud, considerado prioritario, lo que acumuló retrasos en los pagos a proveedores, generó el cierre de líneas de crédito externas y caída de la importación de productos. En distintas protestas callejeras, médicos y enfermeras han declarado la «emergencia sanitaria». Incluso en diciembre de 2013, el propio Maduro calificó de «vergüenza» a los hospitales venezolanos, pese a que meses atrás había asignado 47 millones de dólares para atender la problemática. Al mismo tiempo, el gobierno venezolano sigue promocionando sus programas sociales médicos, como «Barrio Adentro», con miles de médicos cubanos atendiendo a pacientes pobres en las barriadas, o «Misión Milagro», que opera de la vista a pacientes de bajos recursos de Venezuela y países como Nicaragua y Ecuador. Para resolver la escasez, el ministro del sector, Francisco Armada, informó en mayo que Venezuela recibiría dotaciones de países aliados como Cuba, China y Argentina. Médicos consultados por la AFP aseguran que aún no ven los resultados de las medidas gubernamentales.
Virtualmente cerrados
Para el presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, los hospitales venezolanos están «virtualmente cerrados». En sus estimaciones, 98% de ellos no tiene cómo operar. «Si ves puertas abiertas es porque el equipo se empeña en cumplir la labor bajo su propio riesgo», dijo a la AFP. Cuenta, por ejemplo, que la Maternidad Concepción Palacios -referencia mundial en América Latina-, que llegó a atender más de 100 partos diarios hasta hace unos años, ahora sólo recibe 15 y con suerte 20. Las clínicas no corren con mejor suerte. Cristino García, presidente de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, dijo a la AFP que 7 de los 10 grandes centros de salud de Caracas redujeron sus cirugías electivas por falta de suero y anestesia, y que en algunas áreas utilizan el inventario sólo en «pacientes críticos». A pesar de la problemática, García asegura que las clínicas también mantendrán las puertas abiertas. «Aunque no haya cómo atender pacientes, aún así, no cerraremos». Lea también: #EnProfundidad : En un mes las clínicas sólo atenderían emergencias