Por las calles de Santa Rosa otra historia se escribe. En el suburbio del silencio se esconde La Pole, como le conocen a la madre de Ángela Medina.
En una corta conversa con quien suscribe, manifestó no querer saber más de periodistas ni de policía pero sí recordó que su hija era tranquila: “Siempre quiso ser modelo”.
Pidió que se respetara el dolor por el cual está pasando.
Mientras que algunos habitantes de la zona informaron que la familia de la dama, de apellido Valles, “son muy respetados y honorables en el pueblo”.
Quienes por ahí viven están herméticos al dar información, sin embargo, no dudaron en hacer memoria y haber visto a una Ángela tranquila. “Poco se le veía en las calles; casi no salía. La observábamos cuando llegaba en su carro (…) a su novio nunca lo vimos”.
Informaron que desde pequeña la fallecida vivió en el lugar, “tampoco se le veía casi. Sólo cuando iba a la bodega con la mamá. Todos ellos fueron criados así”.
Dijeron que la hermana mayor de la occisa es Ingeniero Agrónomo y da clases en la UCLA a pesar de una dificultad motora. “La Pole ha sufrido mucho en los últimos años, pues se le murió el papá, la mamá y después un hermano… ahora le pasa esto”.
Comentaron que el día del entierro la señora estaba muy mal. “Todavía lo está; la llaman para darle las condolencias y responde con los reinados y la corona de la hija”.
Afirmaron que la dama siempre sintió orgullo por su niña, incluso tenía un pendón en el porche con la foto de Ángela con Osmel Sousa. En su habitación, pintada de rosado con blanco, sus colores favoritos, reposan las fotografías de los concursos en los que participó, bandas y coronas obtenidas.