Hace dos años fue asesinado José Manuel Cortez García (35), en un local de comida rápida ubicado en la carrera 19 con calle 10, al este de la ciudad.
La víctima era jefe de Relaciones Públicas del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Nacional y por cuatro años había pertenecido al área de prensa del CORE 4. Entre los medios de comunicación y sus compañeros de labor diaria se había convertido en una persona imprescindible, bastante querida por todos. Era servicial, siempre dispuesto a ayudar. Nunca tenía un no como respuesta y con una sonrisa lo solucionaba todo.
Muy alegre era Cortez García, quien también se dedicaba a la música e inclusive fue integrante de la Rondalla Latina y de Los Románticos. Su casa era refugio de los amigos y compañeros de trabajo. Pero desde que murió José Manuel, esos amigos fueron desapareciendo.
“Nos desgració la vida”
“El día que mataron a José Manuel se apagó la luz. Aquí se acabaron las navidades, los cumpleaños. Ese hecho nos desgració la vida”, indicó el señor Rubén Cortez, mientras se limpia las lágrimas que corrían por su rostro.
Tiene 82 años y recuerda que su hijo los acompañaba a todos lados, hasta les preparaba la comida. Era el menor de sus nueve hijos, velaba por ellos y trataba de mantenerlos activos y alegres. Hasta los llamaban “los tres mosqueteros”, porque nunca dejó solos a sus padres, hasta el día en que le arrebataron su vida. Gisela de Cortez (80), era una mujer fuerte y jovial. Desde que falleció su muchacho, perdió sus ánimos y fuerzas por seguir adelante. No habla casi con nadie y se la pasa encerrada en su habitación.
“Mis padres sufren en silencio la muerte de José Manuel. Nosotros a cada momento lo revivimos; el dolor de perder un hermano es algo fuerte y que no se olvida.
El primer diciembre sin él, fue muy triste. Cada quien estaba sentado en una silla llorando y nuestros padres encerrados”, destacó Bedsyka Cortez, hermana de la víctima.
El cuarto de José Manuel se congeló en el tiempo. Se encuentra como lo dejó el día que salió: toda su ropa está doblada en las gavetas, su cama tendida y hasta los zapatos que cargaba el día que fue asesinado, ordenados en su habitación. La habitación la limpian, pero sigue como si allí a diario durmiera José Manuel.
Para esta familia existen recuerdos de su ser querido desde que entran a la vivienda, llena de fotografías de José Manuel con diversas personalidades locales y nacionales, además en las paredes se encuentran enmarcados todos los reconocimientos que le fueron otorgados por su destacada labor.
El señor Rubén habló en nombre de la familia Cortez y dijo estar muy agradecido con el diario EL IMPULSO, quienes han sido solidarios y han mostrado ser contundentes a la hora de dar una información sobre este caso que enlutó a un hogar bueno.
24 audiencias han sido suspendidas
Burlados, engañados y como si le hubiesen dado la espalda, así se sienten los familiares de José Manuel Cortez, quienes no han visto resultados de la justicia terrenal por el caso.
Juan José Colmenárez Gallardo (30), fue detenido el 25 de septiembre del 2012, señalado por el Cicpc como autor del crimen. Pudo ser identificado por los videos y los testigos, además el arma que le fue incautada dio positiva en haber sido utilizada en el homicidio.
El criminal fue apresado y llevado a Uribana. Tras la masacre fue enviado a la cárcel de Tocorón de la cual no ha sido trasladado y se ha suspendido en 24 oportunidades lo que sería la audiencia preliminar.
La familia siente que el caso está extraño. Siempre ponen pretextos para no trasladar al imputado y nadie les da respuesta a pesar de que han enviado oficios a la Fiscalía Superior y a los tribunales.
Cabe destacar que el asunto era manejado por la Fiscalía 2 y ahora fue designada la fiscal 26, con quien no se han entrevistado y tampoco han tenido acceso, destacó Marisela Cortez.
La familia no entiende las razones de la lentitud del proceso. Sólo piden que se haga justicia y condenen a la persona que le quitó la vida a José Manuel, para cerrar una parte de la pesadilla que les ha tocado vivir.