Mientras se sigue acumulando el rezago de los precios de los productos sometidos a regulación, los costos de producción siguen subiendo, y eso hace cuesta arriba la sostenibilidad de la producción y pone en riesgo el abastecimiento, criterio que se maneja en el sector manufacturero de alimentos.
Los ejemplos son perfectamente comprobables, casos como la pasta, cuyo costo de producción por kilo es de Bs 20 mantiene un precio de venta al público fijado en Bs 5,41 desde agosto de 2013.
La producción de la harina precocida de maíz está comprometida porque en el último año los costos subieron 60,9%, el precio fue ajustado recientemente, pero fue retirado del portal de la Sundde generando una situación de incertidumbre en el sector.
En arroz, la Sundde revisó los costos de producción y ajustó en 31,9% los precios del arroz blanco de mesa, de Bs 7,20 a Bs 9,5, pero fue un aumento insuficiente para cubrir los costos de producción.