A partir de hoy entra en vigencia el aumento del pasaje que abarca líneas de buses, carros por puesto (rapiditos) y taxis.
El pasaje en las tradicionales rutas costará Bs. 10 de lunes a viernes, con el incremento de Bs. 2 a partir de las 7:00 de la noche, fines de semana o días feriados.
Según el destino, la tarifa podrá ser más alta. Hasta Bs. 23 costará un pasaje al norte de Barquisimeto y será más elevado si se trata de un carro por puesto. Para Cabudare o alrededores el monto promedio supera los Bs. 12.
En torno a la medida hay dos versiones encontradas. Los taxistas defienden el recargo, por el alza de los repuestos y el encarecimiento de la vida.
Usuarios cuestionan las nuevas tarifas porque, en muchos casos, deberán duplicar el presupuesto destinado a los pasajes.
Consideran que el transporte público que se moviliza entre Iribarren y Palavecino no ofrece el mejor servicio.
Los consultados indicaron que la mayoría de las unidades están deterioradas o no cumplen con los requerimientos de seguridad.
“Prestan el servicio con asientos desprendidos, barras dañadas o fallas mecánicas que ponen en peligro a los usuarios”, comentó un joven que labora en Cabudare, pero vive en la zona norte de Barquisimeto.
A partir de hoy, una persona necesitará entre Bs. 40 y Bs. 100 para trasladarse a su casa, trabajo o casa de estudios. Es decir, que una pareja gastará entre Bs. 500 o Bs. 1.000 para cubrir sus traslados semanales.
Como de costumbre, las líneas de taxis aplicarán otro tabulador. Las carreras mínimas subieron entre Bs. 20 y Bs. 35.
Es inviable renovar la flota
El secretario general del Sindicato de Transporte, Giovanny Peroza, señaló que esta es la segunda fase del aumento del pasaje, decretado en mayo.
“El aumento era necesario, pero será un pañito de agua caliente porque no resuelve la crisis en el sector. No conseguimos repuestos, las calles están en pésimo estado y somos víctimas de la inseguridad y la delincuencia diariamente”, expresó.
Además, el vocero reveló que 30% de las unidades de transporte que prestaban servicio en Iribarren y Palavecino salieron de circulación por falta de repuestos, entre otras razones.
El Sindicato de Transporte llegó a contabilizar hace un par de años unas de 5.000 unidades operativas, ahora no superan las 3.000.
“Es imposible sustituir la flota mientras el Gobierno no ofrezca créditos blandos”, comentó.
Los altos índices de inflación han perjudicado al sector, apuntó.
Un juego de cauchos estándar para autobuses, desaparecido del mercado, cuesta entre Bs. 20.000 y Bs. 24.000. Los transportistas cambian los neumáticos hasta tres veces al año.