Robin Williams hizo que el público pasara de la risa al llanto durante su carrera como actor. Pero también a lo largo de su cotidianidad, cuando dejaba al desnudo en sus rutinas de comedia, los problemas de alcohol, drogas y depresión que durante años lo aquejaron, hasta este lunes, cuando decidió quitarse la vida.
Nadie se preguntaba si aquel hombre que hizo reír al mundo con sus personajes, necesitaba alguien que borrara sus tristezas.
Por eso, es hoy cuando el público se detiene a recordar una de sus reflexiones: “Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo”.
Decenas de nominaciones a los más importantes premios de la industria cinematográfica y el reconocimiento de millones de personas que de tanto admirarlo lo sentían cercano, han sido silenciadas en medio de la sorpresiva noticia.
Y es que… En la casa de Patch Adams no habrá otro Hombre bicentenario que diga Buenos días Vietnam o nos muestre como ser un Papá por siempre.
El parte oficial
Tras su muerte este lunes, a sus 63 años de edad, las autoridades confirmaron ayer en la mañana que el actor y comediante se ahorcó con un cinturón, y que además le practicarán pruebas toxicológicas, por lo cual la investigación sigue en curso.
El suceso fue en su casa de California, donde Robin Williams vivía desde hace ocho años, tiempo en el que se ganó el cariño de sus vecinos por ser un hombre abierto al que no le importaba conversar sobre sus tratamientos de rehabilitación.
Es de recordar que el actor sufrió una recaída en el 2006, luego de haber estado 20 años alejado del alcohol. Y es que Williams había decidido alejarse de los excesos, luego de que naciera su primer hijo en 1983.
Fueron tres los hijos de Robin Williams; fruto de sus dos primeros matrimonios con Valerie Velardi y Marsha Garces.
En el 2011, el actor contrajo nupcias con Susan Schneider, quien dijo estar con el corazón destrozado por haber perdido a su esposo y su mejor amigo.
