Colombia considera que el cierre nocturno de la frontera con Venezuela, aplicado unilateralmente por el gobierno de Nicolás Maduro desde el lunes, no soluciona el problema del contrabando ni contribuye a la integración bilateral, dijo el miércoles la canciller María Ángela Holguín.
«No creemos que esa sea una medida ni que ayude a la integración ni que ayude al flujo natural que hay en la frontera (…) pero es una decisión que ha tomado el gobierno de Venezuela, que esperamos que sea temporal, y esperamos que poco a poco el tema del contrabando lo vayamos controlando para ver si podemos volver a la normalidad», dijo la canciller colombiana en rueda de prensa.
«Nosotros no creemos que esa sea la solución para el tema de contrabando, pero vamos a seguir trabajando en lo que sí creemos que son medidas de seguridad y cooperación», añadió Holguín.
Holguín sin embargo aseguró que el comercio legal no se verá afectado, aunque sí el paso de personas que viven en un país y trabajan en el otro.
La canciller colombiana precisó que la medida fue tomada de forma unilateral por el gobierno de Venezuela y notificada a Bogotá el pasado fin de semana.
Holguín aseguró también que «efectivamente el desabastecimiento en Venezuela tiene mucho que ver con el contrabando que está pasando a Colombia».
«Gran parte del problema es que cuando usted subsidia todos los alimentos y el país de al lado no subsidia, pues lógicamente el contrabando se tiene que dar (…) y es muy difícil de controlar y que obviamente es lo que estamos tratando de hacer» partiendo de los modelos económicos diferentes de los dos países, explicó.
Según el gobierno de Maduro, 40% de los productos básicos con precios subsidiados que se entregan a las cadenas de distribución son desviados ilegalmente a Colombia, además de gasolina equivalente a 100.000 barriles diarios de petróleo (una pérdida anual de 3.650 millones de dólares).
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