El Real Madrid ganó este martes e Cardiff su segunda Supercopa de Europa al batir al Sevilla por 2-0 con un Cristiano Ronaldo sobresaliente, que logró un doblete, y un discreto pero esforzado debut del colombiano James Rodríguez, poco compenetrado aún con el equipo.
Ronaldo, Balón de Oro 2013, dio el título a su equipo con goles en los minutos 30 y 48.
Además de James también jugó de titular el otro fichaje madridista estelar de la temporada, el centrocampista alemán Toni Kroos, que dirigió al equipo como si siempre lo hubiera hecho e hizo olvidar a Xabi Alonso, que no pudo jugar por sanción.
El Real Madrid llegaba a este partido, que enfrenta al campeón de la Champions con el de la Europa League, con poco rodaje. Sus internacionales mundialistas llevaban poco más de una semana de entrenamiento, pero al equipo no se le ha olvidado acelerar y aprovechar el menor descuido de los rivales y, sobre todo, golpear como siempre.
El Sevilla por su parte, defendió muy atrás la mayor parte del partido y echó de menos la dirección y las rápidas transiciones del croata Ivan Rakitic. Sin ellas, el colombiano Carlos Bacca, único delantero, estuvo casi siempre muy aislado del resto del equipo.
La primera gran ocasión de peligro del partido fue de los blancos, en el minuto 18, y vino precisamente de una carrera por la banda izquierda de James, que centró medido al galés Gareth Bale pero su remate lo desbarataron entre el portero portugués Beto y Denis Suárez.
James estuvo desubicado en la primera mitad, en la que se movió por toda la medular. Perdió tres balones, incluyendo uno en su propia área que le hubiera costado un gol al Real Madrid de no ser por la excelente respuesta de Iker Casillas a un disparo del portugués Carriço.
En la segunda dispuso de una buena ocasión de marcar en una internada por la izquierda pero llegó ante Beto con poco ángulo para disparar y el arquero rechazó el balón.
Finalmente, fue sustituido por Isco en el minuto 71.
Cristiano ya había dispuesto de una ocasión muy clara en que falló un mano a mano con su compatriota Beto cuando en el minuto 30 empujó el balón a la red tras un centro medido desde la izquierda de Bale.