Detrás de su faceta de actor cómico de Hollywood, cinco mujeres marcaron la vida del recién fallecido Robin Williams. La mujer que más le marcó fue su madre Laura, quien una vez desveló que su hijo había sido un niño tímido.
Cuando se trasladaron a California se empezó a sentir más seguro consigo mismo y fue entonces cuando se desarrolló su sentido del humor.
Las primeras carcajadas se las granjeó gracias a las imitaciones que hizo de su abuela. Su madre llegó a decir que sentía que «Robin había sido puesto en la Tierra para hacernos reír».
Entre 1978 y 1988, el actor estuvo casado con Valerie Vaelardi. Fruto de esa relación nació su hijo Zachary Pym Williams. Su aventura con una camarera fue el inicio del fin del matrimonio, que terminó de forma desagradable cuando ella le acusó de haberle pegado el herpes.
No sería la camarera sino la niñera de su hijo la que acabaría robando el corazón de Williams.
Justo después de divorciarse, Williams se casó con la niñera y nuevo amor: Marsha Garces, que estaba embarazada de su segundo retoño: Zelda Rae Williams. Nacida en 1989, a la pequeña le pusieron el nombre por el personaje del popular videojuego. En 1991 nació su hermano Cody Alan Williams.
Marsha apoyó a Williams en su batalla contra la adicción al alcohol y le ayudó a mantenerse sobrio durante nada más y nada menos que 20 años. Fue precisamente su recaída en el alcohol lo que les condujo a la rutpura. Se divorciaron en 2008.
Aunque se conocían desde 2009, la diseñadora gráfica Susan Schneider le robaría el corazón posteriormente y le volvió a llevar al altar en octubre de 2011. Sus cuidados tras la operación de corazón fueron decisivos para ganarse al actor.
Totalmente desolada, Schneider afirmaba tras su muerte que perdía a su «marido y mejor amigo».
Su padre le puso el nombre de la heroína de su videojuego favorito «La leyenda de Zelda». La joven, que acaba de cumplir los 25 años, ha seguido los pasos de su padre en el mundo de la interpretación y ya ha participado en una docena de películas.
«Te quiero. Te echo de menos. Voy a seguir tratando de mejorar». Esas han sido las últimas palabras que la hija de Robin Williams ha querido dedicarle a su padre a través de Twitter, cuyo cuerpo sin vida se encontró esta noche en su propio domicilio. Para acompañar su texto, Zelda Williams eligió un fragmento de «El Principito», el relato más recordado de Antoine de Saint-Exupéry. La traducción al castellano del párrafo publicado por la joven en la red de microblogging más famosa del mundo es la siguiente:
«Tú- sólo tú tendrás estrellas como nadie las tiene… Yo voy a vivir en una de las estrellas. Voy a estar riendo en una de ellas. Y así será como si todas las estrellas se rieran cuando nos fijamos en el cielo por la noche. Tú, sólo tú, tendrás estrellas que saben reír».