Hasta hace algunos años las familias residentes en Río Claro, así como también de Barquisimeto, Cabudare y otras poblaciones larenses, disponían del parque Guayamure para pasar horas disfrutando de un ambiente natural, a la orilla de un arroyo con aguas cristalinas, bajo las sombras de viejos árboles.
El mantenimiento de ese sitio de esparcimiento estaba a cargo de la Alcaldía de Iribarren, organismo donde existe, o existía, una dirección de parques y jardines.
Lamentablemente, quienes en los últimos años han estado al frente de ese organismo nunca tuvieron la dicha de pasar un día en familia en el parque Guayamure y por lo tanto, se presume, desconocen su existencia.
Por eso nunca le han “metido la mano” lo que ha permitido que lo que fue un sitio de descanso físico y mental esté convertido en una simple selva, con las instalaciones que aún persisten cubiertas por la maleza, o parcialmente destrozadas.
“Guayamure antes era muy bonito, agradable para pasar un día, pero ahora ni la carretera sirve porque tampoco tiene mantenimiento y a veces es difícil que pasen los carros”, declaró Félix Montes, un habitante de Río Claro.