Grandes expectativas despierta la reanudación el martes del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC con la inclusión de familiares de muertos en medio siglo de confrontaciones, así como quienes sufrieron el secuestro y el desplazamiento de sus tierras a raíz del conflicto armado interno.
Se espera la llegada el próximo 16 de agosto del primer grupo de estos participantes en las conversaciones de paz, cuyo resarcimiento es el cuarto y, para muchos, el más complicado de los puntos que se abordan en la mesa de negociación.
En total serán 60 personas que en la isla representarán a los millones de víctimas del conflicto colombiano, entre muertos, secuestrados, desaparecidos y desplazados. Son víctimas directas o indirectas de las guerrillas, del paramilitarismo y de corruptos agentes del Estado, según los informes.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, establecieron una agenda de seis puntos antes del comienzo del dialogo de paz en noviembre de 2012 con el auspicio de Cuba, Noruega, Chile y Venezuela.
Hasta la fecha las partes llegaron a acuerdos en los otros tres temas: el agrario y los problemas relacionados con la tierra, la participación política de los rebeldes y el combate al narcotráfico.
El tema del dialogo de paz para tratar de poner fin a 50 años de conflicto entre el gobierno colombiano y los rebeldes fue el eje de debate de las elecciones presidenciales del 15 de junio en las que ganó Santos, principal impulsor de las negociaciones en Cuba, en contra de su principal adversario, Oscar Iván Zuluaga, aliado del expresidente Alvaro Uribe (2002-2010), partidario de no sentarse a dialogar con las FARC.