Una edificación que se erige desde hace siete meses en una de las parcelas de la urbanización Chucho Briceño en Cabudare, ha causado la molestia entre los vecinos y el consejo comunal, y es que la construcción viola por completo las ordenanzas municipales así como el Plan de Desarrollo Urbano Local de Palavecino.
La intención del propietario es edificar una residencia estudiantil de 18 habitaciones, en una estructura de dos pisos.
Pedro Barreto, miembro del Consejo Comunal de la Chucho Briceño, primera etapa en la vocería de servicios públicos e infraestructura, explicó que desde el mes de octubre del 2013 han denunciado ante las instancias municipales sobre la construcción ubicada en la calle 1 que viola todas las normativas establecidas en el municipio.
“Ya tienen una orden de paralización de obra y nos preocupa que la construcción siga su curso sin ningún tipo de sanción. Los dueños se niegan a adecuar la edificación a la normativa municipal y ya afecta a los vecinos pues es una estructura de dos pisos que perturba las casas cercanas”.
La Alcaldía de Palavecino ya ha enviado una serie de comunicaciones a los propietarios en donde se enumeran siete violaciones a la ordenanza local, entre ellas el cambio de uso de la parcela que en la legalidad debería ser de uso netamente residencial y con usos complementarios como educativo, religioso, cultural, recreacional, asistencial y comercio local o vecinal. “No se conoce documento en el que se apruebe cambio de uso alguno a la parcela de la casa Nº 11”, señala la comunicación de la Dirección de Planificación y Desarrollo Urbano de la Alcaldía de Palavecino de fecha 18 de julio de 2014.
“La arquitecto Andreína Orellana, directora de planificación y desarrollo urbano de Palavecino, ha sido contundente, pero de parte de la Sindicatura no se han obtenido respuestas ante esta situación. La comunidad está preocupada porque si se termina la obra la ordenanza quedará violada y no se podrá demoler la infraestructura ya construida”.
Además de ello, la creación de una residencia estudiantil violaría la cantidad de habitantes por inmueble en la zona y tampoco contaría con el espacio requerido para el área de estacionamiento de los vehículos de dicho inmueble, así como el resguardo del 25% del área neta de la parcela para áreas verdes.
“Las autoridades se han pronunciado en favor de la demolición pero hasta la fecha no ha sido acatada. Todavía hay presencia de obreros en la construcción que hacen sus labores sin problemas. Esta construcción nos afecta por la gran cantidad de personas que serán traídas a la zona, además de que no están permitidos segundos pisos en la comunidad ni residencias para más de 6 personas. Somos una comunidad organizada y queremos preservar el bienestar”, expresó María Isabel Álvarez, vocera del consejo comunal del sector.
Por otra parte, alegan que la construcción tampoco reúne las condiciones antisísmicas establecidas en la localidad y se sorprenden de que, a pesar de que la Alcaldía se pronunció sobre el caso, la obra siga avanzando. “El llamado es a que se cumplan las leyes, se respeten las normas y la voluntad de la comunidad que por años ha protegido el sector”.
