El Planeta Tierra está en peligro de un colapso ambiental que acabaría con la civilización que conocemos. Esto no es fábula escatológica ni lucubración fantasiosa de los admiradores de Nostradamus ni de intérpretes de la criptologia Maya. Estamos al borde de un Apocalipsis fulminante y la información con todos sus detalles nos la suministran los científicos más calificados de las universidades más importantes del mundo.
“El Fin esta cerca”. Esta frase que desde hace décadas escribían algunos cristianos fundamentalistas hasta en las piedras de las carreteras cobra actualmente patética vigencia. Y sobre esta certeza nadie discute, incluso los políticos a quienes lo social les retarda el entendimiento sobre el funcionamiento de los ecosistemas y los biomas han aceptado esta realidad como un problema cuya solución es impostergable, aunque debido a los intereses económicos de las grandes potencias y de las industrias transnacionales la respuesta frente a la crisis ambiental haya sido prácticamente nula.
Calculan los científicos que como medida mínima para frenar el calentamiento global se requiere disminuir en un 10 por ciento anual la emisión de gases tóxicos y antes que transitar hacia esa meta cada día se incrementa la quema de combustibles fósiles generando una mayor polución atmosférica y la elevación progresiva de la temperatura.
Venezuela como país, con todo y ser uno de los gigantes en la producción de hidrocarburos a nivel mundial, ha tenido posiciones muy firmes en el sentido de buscar soluciones políticas consensuadas en el plano internacional que permitan desacelerar el calentamiento global y diseñar una ruta de rescate ecológico para el planeta. Pero esto al parecer es algo que se asume simplemente como un ejercicio retórico, ya que internamente, en nuestro país, suceden cosas terribles bajo la vista indiferente o permisiva del gobierno nacional.
Y es que no se puede blasonar a nivel mundial de ser un paladín del ambiente si no proteges tus bosques, tus reservas forestales, tus parques, tus zonas de resguardo de los acuíferos. Lamentablemente en Venezuela actualmente existe un gran descuido respecto a esta norma básica de la Ecología. Lo más grave que muchas de estas inobservancias se producen casi con complicidad de las propias instancias oficiales, quienes frente a muchas deforestaciones, talas y quemas, se han hecho de la vista gorda aplicando un criterio político a favor de quienes han actuado en contra del ambiente.
Todas estas reflexiones se nos agolparon en un dolor profundo cuando escuchamos al doctor Marco Tulio Mendoza en una reunión de la Red de Instituciones Larenses relatar que durante unas filmaciones que hicieron en Yacambu lo que habían encontrado fue barro en vez de agua. Ay que dolor, cincuenta años de lucha de todo Barquisimeto, miles de millones de dólares invertidos, ofertas y proclamas políticas durante todas las campañas presidenciales…Barro, todo quedó en barro. Yacambu, una de las historias más crueles del planeta donde el ecocidio sepultó las esperanzas de toda una ciudad.Yacambu…Ay que dolor.
