En Venezuela: Crisis…, esperanza…, mayor crisis.
Todo o casi todo el mundo en Venezuela, piensa y –lo dice- estamos en crisis,teniendo tal término una acepción netamente negativa de las cosas, de las realidades y hechos de la vida diaria y, ante el desastroso Gobierno con sus fracasos, penurias, colas, incompetencias, violencia, exclusión, etc… han creado en el país del “Bravo Pueblo”, conformistas, miedosos.
Tras avisos populares a los Gobiernos venezolanos, de lo mal que estaban gobernando para los ciudadanos más desposeídos: “la culpa la tenemos todos” de Lusinchi, el Caracazo, la entronización de CAP II, golpe fracasado de Estado por Chávez en 1992, destitución de CAP, segundo Gobierno de Caldera con el llamado “chiripero”, indulto de Chávez y los golpistas, la democracia -en quiebra- llamó a elecciones libres.
En 1998, en dichas elecciones plenamente democráticas salió vencedor el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías (36%)-mayor minoría-, con una votación opositora (28%) y una abstención y votos nulos o en blanco (36%). Esos ciudadanos votaron por un cambio en el país, para mejorar la justicia, la salud, la educación, la seguridad, el empleo, su dignificación como ciudadanos olvidados, desposeídos y disminuir la corrupción.De muchas maneras, le dieron una patada, en el trasero, a la política tradicional de los partidos, de la que muchos ciudadanos se sentían avergonzados y hartos. No pocas víctimas del presente, como los “notables”, medios de prensa y hasta televisoras y radios se sumaron al coro de la anti política de estos desde 1983. En varios periódicos, de los primeros años de este régimen salieron, durante casi un semestre, los que abandonaron al régimen que apoyaron, con tumbas mediáticas con los nombres de las víctimas que apoyaron a Chávez.
No hago juicio de valor sobre lo acaecido el 11,12 y 13 de febrero. Para mí, hubo tres golpes de Estado, pero el principal nos lo dieron a los más de un millón de manifestantes, -no Chávez ni los militares- hasta imponernos el socialismo bolivariano del siglo XXI, que “no es” el socialismo del siglo XXI, anunciado por Diéterich.
El Gobierno actual, que pudiera haber sido el mejor de Venezuela en sus 204 años de República, progresivamente transformó esa esperanza y energía de cambio y búsqueda de bienestar en “intolerancia, exclusión, violencia y odio entre los ciudadanos, con casi 200.000 asesinados; regalos a países que le seguían por valor de 60.000 millones de dólares; compra de armas en cantidades inmensas por 36.000 millones de dólares; hipoteca a la actual y próximas generaciones con 34.000 millones de “$” (146.200 millones de Bs a 4,30)… cuando los “no dignificados”, los casi 50% de ciudadanos en la buhonería, 1.600,000 personas sin trabajo y 22.000 empleados y obreros de PDVSA botados y con prohibición de darles empleo en Venezuela lo necesitan …y, un muy mal Gobierno.
En definitiva, estamos los ciudadanos, chavistas o no, ante la mayor crisis de la República, en un horror cotidiano del que los mismos seguidores del Presidente se sienten alarmados -aunque no siempre se atreven a manifestarlo. A partir de esa fecha al presente, con todas las acciones y decisiones que está implementando, apoyado por poderes que no actúan con independencia: AN, TSJ, PJ, Fiscalía, Defensoría, Contraloría y CNE, arrastrados a las órdenes y deseos del Ejecutivo, vendido a Cuba, dejan se viole el cambio de régimen establecido en la Constitución, donde no existe el régimen socialista.
Todo ello ha originado –una crisis negativa- y sigue aumentándola este Gobierno con el colmo de los colmos, para aumentar el precio de la gasolina. El Bravo Pueblo tiene que decir NO, mientras se siga regalando el petróleo y millones de dólares a los vivos y chulos izquierdistas de otros países.