En lo que parecer ser el nacimiento de robots baratos y fáciles de fabricar, investigadores crearon máquinas complejas que se transforman en autómatas móviles partiendo de poco más que una hoja de papel y piezas de plástico.
Inspirados en el antiguo arte japonés del origami, juguetes infantiles y posiblemente de las películas de «Transformers», científicos e ingenieros de Harvard y el MIT crearon robots de papel que se arman solos.
Están hechos con materiales para hobbies que cuestan unos 100 dólares. Después de instalarles baterías y motores minúsculos, un robot de papel se yergue sobre cuatro patas endebles y comienza a deslizarse de manera espasmódica. Se transforma de una hoja de papel en un robot de cuatro patas en sólo cuatro minutos.
Este tipo de robot pequeño y ligero podría explorar el espacio exterior y otros ambientes peligrosos, y meterse en lugares estrechos para realizar búsquedas, dijeron investigadores, pero es sólo el inicio de lo que podría ser la revolución robótica que desde hace mucho tiempo se ha imaginado.
Estos robots no están cerca de parecerse a los «Transformers» que cobraron fama con la serie animada y las películas. Una vez que se ensamblan automáticamente con bisagras activadas por calor que les permiten doblarse, ya no hay más cambios, dijeron Rus y Felton.
Los robots comienzan un poco más pequeños que una hoja de papel normal. Se añaden baterías y motores que se compran en las tiendas por unos 80 dólares. En conjunto, las máquinas primitivas que hicieron los investigadores, junto con el equipo para construirlas, cuestan menos de 1.000 dólares cada uno, dijo Felton.
Los robots miden unos 15 centímetros (seis pulgadas) de largo por 15 de ancho, y unos cinco centímetros (dos pulgadas) de altura. Pesa menos de 85 gramos (tres onzas). Se mueven a una velocidad de cinco centímetros por segundo, pero pueden fabricarse más grandes o más pequeños, con ciertas limitaciones, dijo Felton.