Para recordar: “Y cuando esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: Sorbida es la muerte con victoria” (1ª Corintios 15:54).
Cuentan que un cementerio, de esos privados, estaba en la banca rota, y por eso de la corrupción y evitando el papeleo, un hombre le pidió al nuevo administrador que exhumara a su abuelita, y por unos 15 mil, junto al sepulturero, aunque no la conocieron le armaron un esqueleto.
Cuando todo estuvo listo, en la entrega, el nieto comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro! ¡Milagro! Le preguntaron por qué tanta emoción -y contestó- Porque mi abuelita murió sin una pierna y ¡ahora está completa!
Nos perdonan el “sarcasmo” de nuestro título, y permítannos decir: Poco falta para que en Venezuela y el mundo, se abra alguna oficina de queja para los difuntos, ya que numerosas personas, creen que quien muere se va al cielo, al infierno, reencarna y mucho más.
Por lo anterior sentimos: Tristeza, enojo, hasta impotencia y preguntamos: ¿Qué legado le han dejado a esta humanidad: Religiosos, esotéricos, espiritistas, médium, gobernantes, indígenas, toda clase social, profesionales, científicos, cineastas, cuando sostienen que una persona que muere sigue viva?
Hay religiones que creen, que cuando una persona muere se va al cielo y, aparentemente, sólo algunos están autorizados a realizar milagros o aparecerse; y con prodigios debidamente “comprobados”, son elevados al estatus de “santos”; hay quienes, por presunta importancia, son beatificados “rapidito”. Otros aparecen en el ambiente misterioso de la brujería y hechicería; y unos cuantos, sin valer cruzada televisiva y testimonios ¡No los han podido aceptar como regentes celestiales!
Aparentemente nos acostumbramos a escuchar cada 28 de lulio, se le cante el ¡cumpleaños Feliz! al fallecido presidente Chávez. Se pudiera hablar de su muerte, pero no se debería celebrar el cumpleaños ¡Como si estuviera vivo! Porque va en contra de la definición de la muerte ¿A caso los “vivos políticos, o los políticos vivos”, estarán haciendo eso para mantener una influencia “ardiente” de alguien que está en el sepulcro oscuro y silencioso?
En la Biblia, específicamente Eclesiastés 9:5,6, en nuestro texto inicial, y muchos más, señalan que ¡Definitivamente somos mortales! (Aún el alma es mortal, Ezequiel 18:18) y mucha gente está confundida. Con todo eso, de nuevo pedimos disculpas, pero sería bueno que abrieran tal oficina, ya que los que estamos vivos no somos escuchados y algunos como que prefieren que sean los muertos los que hablen.
Concluimos: ¡Somos humanos y tendemos a morir! Solo cuando vuelva nuestro Señor Jesucristo, por Segunda vez, finalizará la muerte y obtendremos la vida eterna ¡Allí se inicia la inmortalidad! Por ello, nuestras Oraciones (peticiones) las hacemos a Jesús (junto a la Trinidad) porque el resucitó y está vivo. Dice el credo Católico: “…está a la diestra de Dios, Padre…”.
Entonces, si llegamos a comprender este tema, pudiera ser que la transformación requerida para Venezuela, la “unidad” que deseamos para nuestro país, y para que esto cambie, primero tendremos que caer a los pies de Cristo y aceptar su Palabra.
