El presidente Vladimir Putin ordenó el miércoles a los organismos de gobierno ruso que limiten la importación de alimentos y productos agrícolas de aquellos países que impusieron sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania.
La orden de Putin parece demostrar que Rusia, aunque padece las consecuencias de las sanciones, no está dispuesta a ceder en lo relacionado con Ucrania. Moscú rechaza las acusaciones de que apoya los rebeldes ucranianos, les proporciona pertrechos, o que ha habido disparos de artillería desde su lado de la frontera.
El texto del decreto presidencial difundido por el Kremlin dice que esas importaciones serán «prohibidas o limitadas» durante un año. El decreto no menciona países ni productos, pero ordena a los organismos de gobierno que lo hagan.
El decreto está fundamentado con «el objetivo de garantizar la seguridad de la Federación Rusa» y pide tomar medidas para prevenir aumentos de precios. Esas cláusulas parecen indicar que la medida será de corto alcance.
Putin tomó esta decisión ante las últimas sanciones impuestas por la Unión Europea la semana pasada, las que por primera vez apuntaron a sectores enteros de la economía rusa en lugar de individuos o empresas.
A medida que aumentan las tensiones, un diario influyente dijo, citando fuentes anónimas, que Rusia estudia cerrar su espacio aéreo a los aviones de pasajeros europeos que vuelan a Asia. Ante el informe, cayeron los precios de las acciones de varias aerolíneas.
El canciller Serguei Lavrov dijo que no respondería a «rumores» sobre el cierre del espacio aéreo, pero dijo que «nuestros socios occidentales deberían pensar en sus compañías y sus ciudadanos», informó la agencia noticiosa Interfax.
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