La posible venta de la empresa estadounidense Citgo por parte de la corporación Petróleos de Venezuela S.A. ha causado numerosas dudas sobre las implicaciones que podría representar para la estatal petrolera el deshacerse de su mayor filial fuera del país.
Sin embargo, los analistas apuntan a que las necesidades urgentes de recursos que tiene el gobierno venezolano podrían presionar la transacción.
El surgimiento en las últimas semanas de versiones sobre la posible venta de Citgo han centrado la atención en la compañía estadounidense que posee tres refinerías en Louisiana, Texas e Illinois, con capacidad para procesar 749.000 barriles por día, y una red de unas 6.000 estaciones de servicio en 27 estados.
Aunque el ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, insistió la víspera que la corporación estatal no tiene «ningún apuro» en vender Citgo, algunos analistas coinciden en que la negociación de la empresa estadounidense podría representar para el gobierno del presidente Nicolás Maduro una «buena oportunidad» para lograr en el corto plazo más de 10.000 millones de dólares para solventar parte de los problemas fiscales.
El profesor universitario y editor jefe de la publicación petrolera Energizando Ideas, Juan Carlos Sosa Azpurua, afirmó que el gobierno venezolano está «desesperado» por conseguir flujo de caja para atender sus problemas de déficit fiscal, y que esa situación se ha complicado debido a que las autoridades «les cuesta cada vez más conseguir dinero en buenas condiciones crediticias» debido al deterioro de la percepción de riesgo del país.
Lea también: Saldremos de Citgo cuando tengamos propuesta conveniente