Desde hace un año en México se usa la energía de microondas para la ablación del tejido de cáncer, un tratamiento que destruye los tumores de hígado sin extirparlos, explicó Carlos Flores Zorrilla, responsable del Programa de Trasplante Hepático del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, según se publica en el portal web publimetro.com.mx.
Flores Zorrilla indicó que esta técnica se aplica a menudo en pacientes con tumores pequeños, que miden alrededor de 3 cm de diámetro -para tumores mayores se emplea junto con otras terapias-, dependiendo de su ubicación, severidad y estado de salud del paciente.
Señaló además que -por lo general- este tipo de tratamientos no requiere hospitalización, pues se hace sin cirugía al insertar una aguja en el tumor a través de la piel: “La aguja es guiada hacia el lugar usando ultrasonido intraoperatorio para asegurar que el tratamiento se dirija al lugar correcto por medio de imagen; se introduce una sonda hasta el tumor, aplicando las microondas que producen calor por arriba de 100° C; el calor generado por la fricción mediante la vibración de las moléculas de agua, origina coagulación y necrosis, destruyendo el tumor”.
Un sensor de temperatura proporciona retroalimentación al generador para controlar la energía, evitando que la zona alcance niveles de calor excesivas que podrían causar daños colaterales. Los tejidos destruidos y muertos son absorbidos como desechos normales del cuerpo y se sustituyen por tejidos de cicatriz pequeña que pueden permanecer en el organismo sin riesgo.
El también integrante del Comité de Investigación de la American Hepatopancreatobiliary Association (AHPBA) dijo que los candidatos a estos tratamientos son pacientes que ya tienen un diagnóstico de tumor y por sus condiciones generales u otras enfermedades, no son candidatos a que se les opere.
Los candidatos
Este método se recomienda a pacientes con metástasis, es decir, que se ha extendido a otros sitios —pulmón y huesos, por ejemplo— y que en lugar de operarlos, se prefiere hacer este tipo de tratamientos menos invasivos y de igual efectividad.
El uso de energía de microondas es utilizado en pacientes con riesgo quirúrgico, sobrepeso o enfermedades del corazón, así como en pacientes en quienes ha fallado la radiación o quimioterapia.