Para el 2050, dos de cada tres personas vivirán en alguna metrópoli, donde la polución y la necesidad de construcciones útiles han reducido considerablemente la creación o el mantenimiento de espacios verdes. Ello acarrea consecuencias incluso para la salud. En el 2007, se publicó un estudio realizado por la psicóloga ambiental de la Universidad de Cornell, Nancy Welles, quien analizó el comportamiento de niños de entre siete y doce años de edad tras una mudanza familiar. Welles notó que si los chicos en su nuevo hogar tenían vistas hacia algún espacio natural, conseguían mejores resultados en tests de atención. Pasa igual en las escuelas. Quienes tienen vistas hacia jardines o parques suelen obtener mejores resultados que quienes ven edificios.
La importancia del entorno es tan importante que ya existe una rama de la arquitectura encargada de estudiar los patrones neuronales que genera el ambiente circundante, es lo que ahora se conoce como Neuroarquitectura. Entonces, no es de extrañar que se empiece a integrar el urbanismo con la ecología, de hecho, es algo que ha venido ocurriendo de manera sistemática durante las últimas décadas. Desde los primeros techos verdes en Alemania, los paneles solares en un gran numero edificios de cientos de ciudades alrededor del mundo, hasta el sistema de recolección de aguas lluvia y el uso de materiales de bajo impacto sobre el medio ambiente.
De acuerdo con el Green Building Council sólo en Estados Unidos se han incrementado en un 41% los proyectos que buscan la certificación LEED que otorga el ente a los proyectos que cumplan los criterios de diseño, construcción y operación de los edificios verdes. Esta cifra se une a otras publicadas en usgbc.org que revela que para el 2015, un estimado del 40 a 48% de las construcciones no residenciales serán valoradas por la sostenibilidad, mientras que el equivalente a una oportunidad de negocio es de 120 a 145 millones de dólares.
Actualmente, más de 2, 8 billones de pies cuadrados en edificios no residenciales están certificados por Leed. En 2012, el 41% de las ventajas de las construcciones no residenciales se debía a su carácter “verde”, en comparación al 2% del 2000. Además, con la financiación de la industria energética, que tiene el potencial para elevarse desde los 20 a 150 mil millones de dólares al año, se podrían crear más de un millón de puestos de trabajo Otra cifra impactante es que sólo en Estados Unidos aumentó (desde 2012) en un 50% la certificación de proyectos federales.
No solo se trata de la mega potencia americana. De hecho, en 2013 los certificados para otros países incrementaron en un 42%. Se espera que para 2015, Brasil, Singapur, Los Emiratos Árabes y el Reino Unido, firmen planes (el equivalente a cerca de 70%, en promedio) para la renovación ecológica de sus espacios, tanto institucionales como de corporaciones que buscan la sostenibilidad en sus espacios.
“La dicotomía entre desarrollo y sostenibilidad es falsa. Sin planeta, no hay economía que valga” Al Gore
