El ministerio de Salud ha contabilizado un total de 86 casos de la fiebre chikunguña hasta la fecha, sin embargo, algunas investigaciones realizadas por los médicos, epidemiólogos y centros de estudios en salud, revelan que hay muchos más enfermos y que estamos ante un problema de salud pública.
Dicho pronunciamiento fue realizado por el exministro de Sanidad, José Félix Olleta, quien participó en un foro organizado por la Federación Médica Venezolana (FMV) donde se trató el tema del mencionado virus y aprovechó la oportunidad para exhortar al ejecutivo nacional para que decrete la epidemia dentro del territorio nacional.
«El chikunguña es una enfermedad nueva, una enfermedad emergente. Muy responsablemente podemos decir que toda la población es susceptible a contagiarse con el virus, ya que el mosquito transmisor, mejor conocido como patas blancas, tiene presencia en los hogares de Venezuela», advirtió.
Indicó que los estados con mayores casos son Aragua, Vargas y el Distrito Capital, pero alertó que se han contabilizado casos en 16 de las 24 entidades.
«Estamos ante un problema de salud pública no agudo y eso debemos decirlo, sin embargo, si el ministerio de Salud no toma los correctivos necesarios, esta enfermedad se podría transformar en una emergencia epidemiológica y sanitaria», sentenció.
Por su parte, Oswaldo Godoy, médico epidemiólogo de la Universidad Central de Venezuela, aseguró que en el país no existe voluntad política para tratar los problemas sanitarios y mientras esa situación persista, los venezolanos seguirán pagando las consecuencias.
«En diciembre del año 2013 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recibe el primer informe de casos de chikunguña en las Américas y esa información la tenía el ministerio de Salud y lamentablemente no hizo nada con ella», denunció.
Opinó que la política informativa utilizada por el ministerio de Salud con respecto a la enfermedad es «muy deficiente», ya que los boletines epidemiológicos no son publicados a tiempo y en muchos casos esconden la información «con la excusa de no causar ningún tipo de zozobra en la población».
