Este martes, en horas de la mañana, la entrada del túnel que conduce al Sistema Hidráulico Yacambú, fue escenario de otra de las protestas protagonizadas por un grupo de familias indígenas que demandan ser incorporadas a la obra, como parte de sus derechos.
Así lo informaron, Isidro Piña, prefecto de Sanare y Antonio García, cacique de la etnia Yacambú.
En total, alrededor de 65 familias de diferentes etnias indígenas, solicitan ser ingresadas dentro de la mano de obra de la represa. Las mismas estarían organizadas por el señor Toribio Pérez y entre las cuales destacan miembros de las comunidades de los sectores Cerro Cojón, Guayabal y Gran Parada.
García explicó que las familias han firmado en repetidas ocasiones varios acuerdos y actas con las diferentes autoridades del municipio, las cuales consideran que hasta el día de hoy no han sido honradas, por parte de la alcaldía.
Asimismo, denunció que el incumplimiento de dichos tratados, constituye una violación directa a la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, especialmente en sus artículos 118, 121 y 124.
Precisamente, el artículo 121 de dicha Ley, hace mención al “derecho preferencial” que tienen los pueblos indígenas” en cuyo hábitat y tierras se ejecuten actividades de aprovechamiento de recursos naturales o proyecto de desarrollo económico”.
Además, García denunció la actuación del coordinador de Patria Segura en el municipio, Miguel Torrealba, por “amedrentar” a las etnias indígenas del sector. De igual forma, señaló a María Casanova, directora general de Gobierno, por el incumplimiento de los tratados.
A consideración de García, “se han debido crear 3 turnos laborales”, con lo cual se generarían 650 puestos de trabajo.
Pero con sólo 18 trabajadores, número asignado actualmente en la construcción, para la primera área de la represa, García se cuestiona cuándo esa cantidad de obreros terminarán el revestimiento de 24.600 metros.
“Pasan los años y la obra está atrasada”, apuntó García.