Habitantes de residencias La Pastoreña esperan la actuación de las autoridades que determinarán el uso del terreno, ocupado por un grupo de familias oficialistas desde hace un mes.
Una comisión de la Asamblea Nacional visitará esta semana el terreno en pugna, mientras los vecinos de la urbanización claman por una solución inmediata.
El domingo pasado concluyó el novenario de Leomar Torres, el joven de Yacural que falleció en una balacera entre habitantes de La Pastoreña y ocupantes ilegales.
Quienes viven en el conjunto privado señalaron que pasan los días en tensa calma. Rondaban las expectativas en la última noche de Torres, pero nada grave ocurrió, indicaron.
“Aunque las noches anteriores (los ocupantes) sí lanzaron metras y disparos. Incluso, desvalijaron carros del estacionamiento. Siguen los daños”, contaron los vecinos que reservaron su identidad, por temor a represalias.
El pacto de no agresión suscrito por ambas partes, el pasado 17 de julio, se cumple a medias. Pese a que los ocupantes tienen prohibido permanecer en el terreno, algunos entran y salen de la propiedad “con la intención de provocar”.
Este viernes, Inversiones Martinica, la constructora que posee la cualidad jurídica del lote en pugna, seguirá con las mesas de trabajo con los organismos competentes para establecer acuerdos.
Ayer, en horas de la noche, celebraron una misa en el urbanismo por la paz y la tranquilidad de la comunidad.