Una verdadera tragedia viven los vecinos de Patio Grande, una comunidad de 65 familias de la zona rural de Palavecino, luego de los torrenciales aguaceros de este sábado y domingo.
Greicy Gámez, habitante afectada por las continuas precipitaciones, contó que las aguas de un buco obstruido, anegó a 12 ranchos, desplomando por completo uno y erosionando las paredes de barro de los 11 restantes.
Este lunes, aún en la comunidad se podía divisar los estragos del agua.
Las calles de tierra desaparecieron bajo el barro y el agua, y el sitio era zona de desastre.
Gámez reseñó que luego del derrumbe de un rancho, suceso ocurrido el sábado pasadas las cinco de la tarde, el Cuerpo de Bomberos de Palavecino, la Alcaldía y Protección Civil acudieron al lugar a socorrer a las personas afectadas.
“El ventarrón levantó los techos de algunos ranchos como si fueran latas de sardina, y las láminas se perdieron en medio de la ventisca”, subrayó entre lágrimas señalando que sufrieron numerosas pérdidas, pues conseguir una tapa de zinc es tarea difícil aunado al excesivo valor.
Se deshizo en su totalidad
Zuleima Quintero, madre de dos hijos, salió de su rancho a eso de las tres de la tarde y dos horas más tarde, el efecto del agua lo había derrumbado en su totalidad.
El dantesco escenario daba cuenta de la crecida del buco de riego y la fuerte ventisca.
“Perdí los pocos enseres que tenía, la nevera, el televisor, el ventilador, dos colchones, un radio y toda la ropa”, reseñó entre sollozos.
Remarcó que funcionarios de la Alcaldía prometieron otorgarle un combo de construcción, así como la dotación de la nueva vivienda, pero mientras eso se materializa, cada uno de sus hijos duerme en casas vecinas y ella, deambula por el lugar.
En Patio Grande espera se achique un poco las calles para que la Alcaldía pueda iniciar los trabajos de patroleo y recanalización del buco obstruido.
No tienen agua
Otro de los padecimientos que sufren en Patio Grande, es la carencia de agua por tubería.
Cada familia, las más afortunadas, cuentan con un tanque para almacenar 1.100 litros, los cuales son surtidos por medio de un camión cisterna enviado por la Alcaldía cada 15 días, pero resulta que el tanque dura una semana.