Un exjefe de inteligencia venezolano recuperó la libertad el domingo y retornó a Caracas luego de que fuera arrestado hace cuatro días por las autoridades de Aruba a solicitud del gobierno estadounidense.
Hugo Carvajal Barrios, quien fue nombrado cónsul en Aruba, llegó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía en horas de la noche a bordo de un avión privado procedente de la isla caribeña, según se vio en imágenes transmitidas por la televisión estatal.
Carvajal apareció luego en la sede de la tercera convención nacional del partido oficialista (PSUV), donde fue recibido entre aplausos de los militantes, por el presidente Nicolás Maduro.
«íEl pollo (como es apodado Carvajal) está vivo y libre!», exclamó Maduro tras abrazar al exjefe de inteligencia, que sólo atinó a agradecer la solidaridad del pueblo venezolano durante una muy corta intervención.
El primer mandatario venezolano agradeció al gobierno holandés por haber tomado una decisión «valiente».
«Se ha restituido una situación delicada como era la retención (de Carvajal) por (causa de) presiones, por un expediente falso», dijo Maduro antes de la llegada del exoficial, y agregó que todo se trató de un montaje orquestado tiempo atrás por el expresidente colombiano Álvaro Uribe.
Temprano, el canciller venezolano Elías Jaua había informado sobre la decisión de Holanda y aseguró, a leer una nota consular, que ese gobierno reconocía que «la detención (de Carvajal) del 23 de julio fue una violación de la inmunidad» diplomática.
Carvajal, cercano colaborador del fallecido presidente Hugo Chávez, fue detenido el miércoles por requerimiento de fiscales estadounidenses.
Las autoridades de Estados Unidos acusan al exjefe de la Dirección de Inteligencia Militar de entregar armas a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ayudarlos a traficar cocaína para financiar su insurgencia. A pesar de esas acusaciones se mantuvo cerca de los círculos de poder en Venezuela, y en enero el presidente Nicolás Maduro lo designó cónsul en Aruba, que es territorio holandés.
Durante su gobierno, el expresidente Uribe denunció en repetidas ocasiones la supuesta estadía en territorio venezolano de algunos miembros de las FARC y de sus presuntos vínculos con altos mandos del gobierno del entonces presidente Chávez, quien falleció en 2013 a causa de cáncer.
Chávez siempre negó los señalamientos de su homólogo colombiano.
Por razón de estas declaraciones, las relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogotá se tornaron tensas y se rompieron en varias ocasiones hasta que fueron restablecidas por Juan Manuel Santos cuando asumió la presidencia colombiana en agosto de 2010.