-La primera de dos metas –clasificar al Preolímpico FIBA Américas de 2015- está en el bolsillo y esta noche podría obtenerse la segunda: el boleto a los Juegos Panamericanos de Toronto. Eso sí, como bien lo ha dicho Néstor “Ché” García, a partir de anoche, la clave para Venezuela no está en los triples que ha anotado o lo bien que ha rotado la bola al atacar, no. La clave está en la defensa.
Pese a que hay caras nuevas con respecto al grupo del Premundial de 2013, incluida la del NBA Greivis Vásquez, es bueno para García el hecho de haber tenido continuidad y tiempo para repasar y reforzar los conceptos que llevaron a Venezuela a ser fruto de elogio constante por su manera de defender en el torneo del Poliedro, un aspecto de juego que casi la llevó al Mundial de España.
Nadie tiene nada ganado antes de saltar al tabloncillo. El equipo debe reducir su tendencia a las pérdidas, aunque quien más la pasa en ataque suele perderla más. Importante será, además, el trabajo contra los internos del rival y reducir sus zonas de amenaza con una defensa proactiva y no solo reactiva.
Fue precisamente hace 23 años, en el Suramericano de 1991 en el que Venezuela se colgó su única medalla de oro en este tipo de torneos, que jugó por primera vez con la selección nacional el espigado rebotero Omar Walcott Roberts. Ese mismo año jugó los Panamericanos de La Habana y pese a que no fue a Portland por lesión, sí estuvo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Hoy, cuando Venezuela intenta retornar a la grandeza, Walcott vuelve a estar presente en un rol muy diferente. Ya retirado y tras atravesar increíbles dificultades a nivel personal a causa de vicios que le acarrearon sanciones deportivas y lo llevaron a vivir casi en la indigencia –por un tiempo durmió en un cuarto en el Domo de Cabimas- Walcott trabaja ahora con el Ministerio del Deporte y es parte del personal logístico de este campeonato.
Hace tres días, Walcott llegó a los 49 años de edad y fue aplaudido por el público cuando el anunciador interno Atilano Hidalgo lo felicitó. Esbozó una sonrisa y en seguida siguió con su trabajo. Está en la cancha, sí, pero ahora hace de todo un poco, entre ser soporte de los voluntarios, coordinar labores de limpieza y recorrer el gimnasio para verificar que todo esté en orden, así como en su día iba de tablero a tablero con el orgullo de llevar a Venezuela en el pecho, algo que hizo desde 1991 hasta 2001.
Ha generado debate el nuevo uniforme con el que la selección de Venezuela afronta este Suramericano. El acuerdo del NBA venezolano con la empresa Under Armour atrajo a esta reconocida marca internacional al país y al establecimiento de un pacto con la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB). Es de hecho esta marca también la que surte a Guaros de Lara en la Liga Profesional (LPB).
Sin embargo, en esta ocasión es la empresa Skyros la que proporciona las diferentes indumentarias para los criollos y el uniforme ahora luce distinto con la incorporación de un color que pasa del dorado casi al marrón claro en los bordes de la franelilla y el short. Sin embargo, en la tienda oficial de Guaiqueríes de Margarita y en las afueras del gimnasio aún se comercializa la Under Armour y no la nueva.
